«No vamos a promocionar la desafectación de una casa tan importante que tiene una carga histórica», dijeron desde la Secretaría de Planeamiento Urbano. Avanza el proyecto para sustituir el chalet Villa Valentina por locales u oficinas.

El chalet Villa Concepción Unzué de Casares, donde funciona el restaurante y pub La Llorona, está ubicado frente a la costa.
El secretario de Planeamiento Urbano de la Municipalidad, José Luis Castorina, adelantó ayer que será rechazado el pedido de una empresa para desafectar del Código de Preservación Patrimonial al chalet Villa Concepción Unzué de Casares, donde funciona el restaurante y pub La Llorona.
A través de la iniciativa, que fue presentada ante el Ejecutivo en los últimos días, la firma pidió que se quite del listado patrimonial al chalet del complejo gastronómico, ubicado en Olavarría 2134, frente a la costa. «El informe de la Unidad de Gestión del Patrimonio va a ser negativo, no vamos a promocionar la desafectación de una casa tan importante que tiene muchas virtudes y una carga histórica, además de estar ubicada en un punto clave de la ciudad», dijo Castorina.
El de La Llorona no es el único caso de bienes con pedido de desafectación. La comisión de Obras del Concejo Deliberante aprobó un proyecto para desafectar del Código de Preservación Patrimonial al chalet Villa Valentina, ubicado en Alberti 1311, corazón del centro comercial de Güemes. El expediente fue girado a la comisión de Legislación y, de tener luz verde, será enviado al recinto para ser tratado por los concejales.
La intención de los dueños sería sustituir la propiedad por locales u oficinas. Con el nuevo emprendimiento inmobiliario se mejoraría la vinculación desde la calle Alberti con el espacio comercial-cultural de la firma Cabrales, mediante una comunicación peatonal ubicada entre dos de los tres locales que componen la planta baja.
«La iniciativa tuvo un informe favorable de la Unidad de Gestión del Patrimonio y además no hubo objeciones de la asociación que defiende el patrimonio arquitectónico y urbano», afirmó la concejal radical y presidenta de la comisión de Obras, Cristina Coria. Y agregó: «Villa Valentina es un inmueble que no tiene tanto valor histórico, ya que figura en la categoría más baja en el listado
de bienes de interés patrimonial con menor nivel de protección».
Villa Valentina es una vivienda con reminiscencias andaluzas, de escala modesta, que ha quedado confinada en un sector de creciente actividad comercial de la calle Güemes. Fue originalmente declarada a pedido de sus propietarios y ahora ellos mismos piden su desafectación o sustitución.
El caso más polémico del año fue el del chalet «María de Segura» de Falucho y Santa Fe, donde el sindicato de Camioneros pretendía ampliar las instalaciones de su hotel, ubicado en un domicilio vecino. La vivienda fue adquirida años atrás por el gremio, que pidió desafectar al chalet del listado de bienes patrimoniales. Sin embargo, la comisión de Obras del Concejo archivó el controvertido expediente.
En el partido de General Pueyrredon hay unos 440 bienes protegidos por declaraciones de valor patrimonial, entre ellos viviendas, edificios públicos, museos, plazas y paseos.
Según la normativa municipal, no todas las edificaciones que figuran en el listado patrimonial poseen el mismo grado de protección. Existe una primera categoría (la A) en la que figuran inmuebles que se consideran «irreemplazables» -como la Catedral o la Rambla Casino-, una segunda (la B) que comprende a bienes de suma importancia y una tercera (la C) en la que se enumeran edificaciones valiosas, pero con un menor grado de prestigio.
De acuerdo con la categoría en la que se encuentre una propiedad, la normativa municipal exige distintos niveles de conservación y también concede diferentes grados de protección. Esto provoca que las viviendas menos jerarquizadas sean las más vulnerables y propensas a desaparecer.
Según la ordenanza 19660, que es la que enumera cuáles son los inmuebles y elementos de interés patrimonial, la categoría C es la más numerosa ya que incluye a unas 274 edificaciones que en su mayoría son viviendas particulares con protecciones totales o parciales. Mientras que en la categoría B figuran más de 60 inmuebles y en la A alrededor de 25.
Frente a los cuestionamientos de las asociaciones defensoras del patrimonio marplatense, Castorina dejó en claro que «esta administración nunca demolió nada», excepto el chalet San José, que estaba ubicado en Bernardo de Irigoyen y la costa y a través de una ordenanza consiguió la sustitución de categoría. «No se sustituyó ningún edificio de interés patrimonial por otro edificio», aseguró. Y enseguida admitió que resulta «muy difícil para el Estado hacer preservar un inmueble con bajo nivel de protección patrimional cuando el propietario no quiere preservarlo».
Por su parte, la concejal Coria explicó que la política municipal de preservación del patrimonio cultural, histórico, arquitectónico, urbanístico, paisajístico y ambiental se encuentra normada por el Código de Preservación Patrimonial. «Se establecen acciones de protección singular a bienes puntuales que sean declarados de interés y por ende objeto de protección, sin disponer áreas o sectores con indicadores particulares, definidos como Distritos de Preservación Patrimonial, que abarquen ámbitos territoriales que por sus valores arquitectónicos, históricos, simbólicos, urbanísticos o ambientales posean un interés patrimonial, siendo merecedores de un tratamiento de protección en su conjunto», indicó.
Según Coria, «las normas vigentes, las acciones del Ejecutivo municipal, el fondo inexistente para la preservación patrimonial y los incentivos para refuncionalizar muchos de los inmuebles protegidos, se muestran hoy insuficientes para una política de protección efectiva». Pero señaló que que si la ordenanza de preservación no se hubiera sancionado, «poco quedaría en pie».
Para la concejal, «este es uno de los temas que está presente en los foros de discusión y lo estará en la mesa convocada por el Concejo para la reformulación del Código de Ordenamiento Territorial que, tal como se ha planteado, propone incorporar una mirada más integral, desde lo urbano, patrimonial y ambiental, pensando en una ciudad viva y sustentable».
Fuente: diario la capital
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