Se inició la primera etapa de las Torres Pelli, Maral Explanada


Se inició la primera etapa de las Torres Pelli

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Se inició la primera etapa de las Torres Pelli

Con las tareas de demolición y remoción de tierras de lo que era la estación de servicio que funcionaba en Rawson y la Costa se iniciaron las obras en el predio donde se levantarán tres torres de departamentos proyectados por el arquitecto tucumano César Pelli.

 

Desde la Secretaría de Planeamiento Urbano informaron que la empresa constructora deberá realizar un estudio para determinar que no exista contaminación del suelo por los tanques de combustibles que permanecían enterrados en ese lugar.

 

El complejo Maral Explanada se construirá en la zona de Playa Chica, en un predio ubicado entre las calles Boulevard Marítimo, Rawson, Aristóbulo del Valle y Garay.

 

El arquitecto José Luis Castorina, titular de Planeamiento Urbano, estuvo supervisando las obras y comentó que la primera etapa incluye la remediación del terreno para luego dar pase a la instancia de construcción de una de las tres torres.

 

El proyecto corresponde a la firma Maral y fue autorizada por el intendente Gustavo Pulti para construir tres torres en la zona de Playa Chica, diseñadas por el reconocido arquitecto César Pelli.

 

Los departamentos tendrán vista al mar, piscina, gimnasio, pileta climatizada, salones de usos múltiples y spa, entre otros servicios de categoría.

 

Con casi un año de retraso se iniciaron los trabajos de una obra que, en principio, se anunció que demandaría una inversión de 20 millones de dólares, y estarían terminadas en un plazo de tres años.

 

Como parte del convenio firmado con la Municipalidad, la empresa deberá realizar una compensación urbanística de 2 millones de dólares a la comuna.

 

Al respecto, Castorina comentó que esos fondos servirán para que Obras Sanitarias realice obras en la zona y el ENOSUR mejore la señalización vertical.

 

Fuente: puntonoticias.com

“Las torres Pelli responden a intereses empresarios”


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“Las torres Pelli responden a intereses empresarios”

La ex concejal Viviana Roca respaldó el comunicado emitido por la Asociación Civil Marplatenses Defensores del Patrimonio Arquitectónico y Urbano en rechazo a la autorización concedida por el intendente Gustavo Pulti para construir tres torres en la zona de Playa Chica, diseñadas por el reconocido arquitecto César Pelli.

 

Refirió que ese tipo de proyectos responden a los intereses de las corporaciones empresarias y no a las necesidades de la ciudad.

 

La referente de la agrupación Construcción Colectiva destacó que existen informes medioambientales que establecen que esas torres en plena zona costera producirán modificaciones que no solo se adscriben a las sombras que producirán, y que están prohibidas en el Código de Ordenamiento Territorial, sino que también alterará los vientos, “solo basta con caminar por la costa en la zona del mirador Cabo Corrientes para entender este fenómeno”.

 

Viviana Roca comparó esta situación con la de las obras del patrimonio marplatense que fueron defendidas durante su gestión en el Concejo Deliberante como la Plaza del Agua. Y el caso del Chalet Rodríguez Etcheto de Colón y Catamarca “que marca la identidad desttruida de la avenida Colón, la que a partir de la proliferación de grandes edificios en altura no han podido mantener algo de tanta importancia para una ciudad y que el arquitecto patrimonialista Roberto Livingston denominan como la Escala Humana, lo que representa la organización de la vida colectiva de los vecinos de esas ciudades”, consideró la ex edil.

 

“Perder esa dimensión en una ciudad como Mar del Plata que todavía tiene una escala poblacional reducida es perder la oportunidad de mantener una ciudad que permita una convivencia sin violencia, con la búsqueda integradora que debería ser el objetivo esencial de una efectiva planificación urbana y no provocar nuevos conflictos con la proliferación de grandes masas de personas radicadas en los mismos sectores que complejizan no solo la provisión de los correspondientes servicios sino que además traen en contrapartida grandes diferencias entre sectores de vecinos”, sentenció Roca.

 

Por último consideró que el proyecto al que el intendente Gustavo Pulti dio luz verde para la construcción de tres torres en la manzana comprendida entre las calles Garay, Aristóbulo del Valle, Rawson y Bulevar Marítimo Patricio Peralta Ramos “tiene una finalidad rentista sobre los sectores costeros que ya han sido altamente sobreexplotados por las corporaciones empresarias”.

 

Fuente: puntonoticias.com

Mar del Plata: Hacia arriba


La construcción de decenas de torres pequeñas de entre cuatro y nueve pisos les está cambiando la fisonomía a tradicionales barrios de casas como Los Troncos, Chauvin, San José y Stella Maris; los espacios favoritos son los más próximos a la calle Güemes.

MAR DEL PLATA.- La imagen de barrios tradicionales y casas bajas se diluye. Los típicos chalets de piedra, algunos con más de medio siglo, se convierten en escombros y en su lugar emergen torres de departamentos.

El fenómeno se advierte claro y contundente en las arterias más próximas al centro comercial de la calle Güemes, casi en el corazón de Los Troncos. Los turistas que por ahí andan de compras deben buscar estacionamiento entre grandes grúas y camiones hormigoneros que van y vienen durante todo el día. Y eludir vallados de seguridad que vedan el paso frente a las obras en marcha.

Algo similar, casi al mismo ritmo, se vive y respira en áreas aledañas y muy tentadoras para los inversores, como Chauvin, San José, el centro y La Perla. Proliferan los departamentos a un ritmo poco visto por aquí. Y el mercado inmobiliario, tanto de construcción como de comercialización, vive un gran momento; a costa, claro, de algunas de las más valiosas postales de la ciudad.

La situación despertó a la par las críticas de vecinos de las zonas residenciales afectadas, incómodos por la aparición de estas torres que acaban con la intimidad de todas las propiedades de la manzana, y también de aquellos que reclaman al Estado políticas que permitan la preservación de inmuebles que se consideran parte del patrimonio arquitectónico y cultural del balneario.

En la ciudad hay más de 350 obras de edificios en ejecución y otras 150 esperan la aprobación por parte del municipio para avanzar con los cimientos. Fuentes del sector confirmaron a La Nacion que sólo durante 2010 se construyeron 220.000 m2. Según el Observatorio de Desarrollo Regional que dependen de la Bolsa de Comercio de Mar del Plata, en el mismo período se movieron aquí unos 300 millones de dólares en compra y venta de propiedades, cifra que, sin ser récord, es una de las más interesantes de los últimos tiempos.

“Podemos decir que en la ciudad tenemos hoy una actividad inmobiliaria muy importante con buena cantidad de construcciones y, por sobre todo, con propuestas de muy buena categoría”, explicó el ingeniero Luis Silva, presidente de la Cámara de Desarrolladores Inmobiliarios de Mar del Plata.

La entidad tomó forma en los meses finales de 2010 y tuvo su presentación en sociedad durante este verano. Ocupó un local en los balnearios de Playa Grande y desde ahí difundió la oferta inmobiliaria de la ciudad, además de generar un ciclo de charlas con participación de referentes del sector.

El cierre fue anteayer y estuvo a cargo de Carlos Melconián. El economista describió alternativas para este año electoral y escenarios posibles más allá de octubre. Pero les dejó un mensaje claro y positivo para el rubro: “Pase lo que pase, inversiones en los ladrillos vamos a tener”, les dijo.

Exigencia y calidad

Las obras que están en ejecución tienen un perfil común: son torres con diseños modernos, buen equipamiento y, por sobre todo, muchas comodidades. Los amenities están a la orden del día, aun cuando se trate de edificios de menor magnitud.

Silva explica que es una consecuencia del tipo de demanda que tiene el mercado. “Aquí tenemos gente muy exigente, con mucho ABC 1, que está pidiendo construcciones de buen nivel y calidad”, remarcó.

En su mayoría son complejos de uno a cuatro ambientes. Pisos y semipisos enriquecidos -según el caso- con solárium, SUM, piscina y laundry.

Según la zona y el producto, el metro cuadrado de las nuevas unidades puede costar entre 1500 y 2500 dólares. Los valores más altos corresponden en casi todos los casos a edificaciones con vista al mar.

El formato de fideicomiso está muy presente entre los inversores que apuestan a la construcción. Con un dólar casi inamovible e inversión en alza, los ladrillos otra vez parecen garantía de rentabilidad.

Los históricos del ramo señalan la aparición en escena de nuevos inversores que vuelcan capitales fuera de su actividad original. “En lugar de correr riesgos con ampliación de su fábrica o abrir nuevos locales buscan seguridad en el rubro inmobiliario”, explicaron.

Desde la Cámara de Desarrolladores Inmobiliarios aseguran que se comercializa casi a la par de lo que se construye. Hay mercado y por eso la ola de construcciones no se detiene. Destacan a familias, en muchos casos matrimonios mayores, que dejan Buenos Aires u otros puntos del país para cumplir su sueño de vivir más cerca del mar. O que quieren asegurarse un techo propio para su veraneo o escapada en la costa. Pero también los propios marplatenses aprovechan estas nuevas unidades. Cambian sus casas con parque por departamentos muy bien equipados. Más seguridad y mejor calidad de vida son los argumentos centrales cuando explican su decisión.

Después de la crisis

La construcción tuvo su repunte en Mar del Plata poco después de la crisis de 2001-2002. Tras aquel escenario de complicaciones y dudas aparecieron inversiones muy fuertes, en especial con la serie de torres premium que se repartió en la primera línea de cara al mar.

Al mismo tiempo, y como un intento para mantener viva la denominada industria madre , el Concejo Deliberante aprobó entonces una ordenanza que permitía incrementar hasta en un 30% el límite máximo de superficie a construir por lote. Fue una forma de ofrecer mayores garantías de rentabilidad a los inversores, que supieron aprovechar esta ventaja mucho más allá de aquella coyuntura.

Ese beneficio promocional se extinguió el 31 de diciembre último y desde la Comuna anticiparon que las nuevas construcciones no podrán superar los cuatro pisos en los barrios Chauvin, San José, La Perla, Nueva Pompeya, Villa Primera, Estación Norte, Bernardino Rivadavia, Plaza Peralta Ramos, Peralta Ramos Oeste, Lomas de Stella Maris, Leandro Alem, el centro y Playa Grande. “Son sitios donde hay una característica constructiva que identifica a Mar del Plata y que el gobierno municipal desea preservar”, argumentó el intendente local, Gustavo Pulti, al presentar una iniciativa que pretende poner límites al desarrollo de grandes torres en barrios caracterizados por la presencia de chalets.

El objetivo de las autoridades es alcanzar un desarrollo inmobiliario planificado, y para eso buscarían -entre otras alternativas- mantener medidas promocionales para alentar el despegue de otros puntos de la ciudad.

Acompañar el crecimiento de la zona norte -donde se proyecta la construcción del Museo de Arte Contemporáneo y playas recuperadas a partir de la nueva planta de efluentes cloacales- y de Punta Mogotes son apenas algunas alternativas.

Silva reconoce que hace falta un ordenamiento y una mejor planificación del crecimiento de la ciudad. Pero también advierte que no se puede decidir sin atender al mercado. “Los clientes quieren zonas preestablecidas”, dijo. Por eso, antes de tomar medidas y fijar políticas pidió escuchar también al potencial usuario definitivo de esas nuevas propiedades.

Darío Palavecino, 26 de febrero de 2011.
Publicaddo por LA NACION

En Punta Mogotes se oponen a construcción de torres


En Punta Mogotes se oponen a construcción de torres

Cuestionan el proyecto de un concejal y solicitan que se consulte a los vecinos.

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2010-03-14 17:39:31 

No es la primera vez que se impulsa este negocio inmobiliario en esa zona sur de la costa marplatense. Ahora es un proyecto del concejal Fernando Rizzi (UCR) que reavida la idea y la preocupación de los vecinos de Punta Mogotes.

Jorge Tesán, vecino de esa residencial zona de Mar del Plata, envió una nota donde brinda una serie de cuestionamientos a la iniciativa que se encuentra en pleno análisis de comisiones en el Concejo Deliberante.

«El concejal establece en forma muy dudosa en sus fundamentaciones que como en ese sector (la Bahía de Punta Mogotes, desde la calle Vértiz hasta la calle Castro Barros) ya se permite la construcción de seis o siete pisos, en nada perjudicaría al barrio que éstos tengan más pisos. Parece que para el concejal seis es igual a doce o trece, o tal vez más», manifestó.

El vecino consignó que el proyecto hace mención a tres tipos de construcciones: Edificios «entre medianeras», es decir, cuya construcción abarca de medianera a medianera del terreno; Edificios de «semiperímetro libre», en los que la construcción deja un espacio entre ésta y una de las medianeras, y edificios «de perímetro libre», que son los que dejan espacios entre las medianeras.

Sobre este último, Tesán manifestó que «el concejal Rizzi dice en su escrito, que garantizan una `mayor estética barrial y una mejor calidad habitacional´, sin que entendamos porqué deberíamos creer su consideración subjetiva. Claro, el concejal Rizzi no dice que este tipo de edificios permite vistas a los cuatro costados de la construcción, lo cual se traduce en dinero al momento de venderlos», añadió.

Para este vecino, este tipo de construcciones (que pueden llegar a tener hasta una altura de veinte pisos) afectará a los balnearios producto del impacto de lo que se denomina el «cono de sombra».

«Sin contar con los perjuicios que puedan ocasionarse a la flora y fauna de la Reserva del Puerto, incluida en la traza que menciona la ordenanza. Hoy en día, alrededor de las 17.30, el cono de sombra de un edificio de 40 metros de altura daría un cono de sombra de 135 metros», especificó.

Tras dejar en claro que se oponen a la construcción de torres en el barrio, Tesán recalcó que Punta Mogotes «es un capital turístico con construcciones añosas que deberían tener algún tipo de protección patrimonial, en lugar de pensarse en su destrucción, cuya costa acaso esté descuidada por la escasa –y tal vez deliberada- intervención municipal que se resuelve comenzando esta intervención, en lugar de mostrarse siempre tan esquiva al momento de asistirnos o pensar en planes para edificar viviendas a las miles de familias marplatenses que no las poseen».

«Si quieren mejorar ese sector, ¿porqué no se consulta a los vecinos? ¿estaría mal pensar en aprovechar allí los grandes espacios para poner escuelas primarias (la escuela 14 del barrio lo agradecería), secundarias, aulas para universidades, oficinas municipales que descentralicen la administración, salas de primeros auxilios y todo aquello de lo que los funcionarios municipales suelen mostrar orgullo?», se preguntó.

fuente: puntonoticias

El proyecto de Rizzi y el Caballo de Troya, torres en Punta Mogotes…


 
 
 (Por Jorge Tesan). La lectura del proyecto del concejal Fernando Rizzi por el que se autorizaría la construcción de edificios sobre la costa de Punta Mogotes arroja puntos muy oscuros, picardías sobre algunos de sus artículos que veladamente contribuirían a empeorar la situación, si ésta se concretase.

Ya en los fundamentos previos, Rizzi sostiene que «Resulta claro que esta iniciativa no generará inconvenientes adicionales a los vecinos del sector, toda vez que como ya se expresó, hoy existen posibilidades de generar emprendimientos de 6 ó 7 pisos. Con relación al cono de sombra, el mismo se proyectará sobre ambas manos y el espacio central de la avenida, sin afectar paseos ni playas. Y además se favorecerá claramente la tipología de perímetro libre, garantizando una mayor estética barrial y una mejor calidad habitacional».

Más allá de lo erróneo que resulta establecer como cierta una consideración meramente estética, las torres para Rizzi siguen teniendo una característica «mágica»: su cono de sombra sólo se proyectaría sobre la avenida, pero según el escrito no parece afectar a las casas linderas, sobretodo en horas de la mañana, y en esta época hasta pasadas las dos de la tarde. Y convengamos que una cosa es algunos conos de sombra de edificios de 6 ó 7 pisos autorizados «oscuramente», y otra muy distinta, cuadras enteras de sombras de edificios de al menos 12 pisos.

Pero vayamos a lo que se pretende autorizar. El proyecto fija tres tipos de construcciones, a saber: edificios «entre medianeras», es decir, que ocupan todo el ancho del terreno, edificios «de semiperímetro libre», que se caracterizan por dejar un espacio entre éstos y una de las medianeras, y edificios «de perímetro libre», que ocupan el centro del terreno, dejando espacios alrededor. De esta última tipología, dicen los defensores del proyecto, que permiten el asoleamiento, que tienen mejor relación con el medio ambiente y con la calidad habitacional, etc. pero en realidad es preferida porque permite poner ventanas (es decir, vistas) hacia los cuatro lados del edificio y eso, sabemos, se traduce en dinero.

Ahora bien, tanto la primera de las características, la «entre medianeras», como la segunda «de semiperímetro libre» se autorizarían con una planta baja libre (sin viviendas y como un lugar común) y 6 pisos máximo, o con planta baja libre y 10 pisos máximo, pero con menor profundidad sobre el terreno.

Paro la tercera categoría, la de «perímetro libre», se permitiría planta baja libre y 12 pisos. Pero, y acá está lo raro, porque en un ítem que se titula «NOTA» y que no queda claro si es una nota a toda la ordenanza o sólo a la parte que se refiere a los edificios de perímetro libre y que alguna persona de no tan buena fe podría interpretar a su manera, se establece que: «La altura máxima de los pisos no podrá superar los tres metros (3,00m). No se tomarán como pisos en el cómputo de plano límite, los destinados exclusivamente y en toda su superficie, a estacionamiento vehicular o usos comunes».

Es decir, el piso donde esté el quincho, el piso donde esté la pileta y el piso donde esté el estacionamiento, el piso donde esté la terraza, el piso donde esté el laundry, NO SE COMPUTAN COMO OTROS PISOS.

Es decir que la ordenanza establecería que son doce pisos más los que se destinaran a esos espacios comunes, lo cual podría llevar los doce pisos a quince o más reales. Por ejemplo: ¿Y si alguien quiere hacer dos pisos de cocheras? Una trampita, una picardía de los autores del proyecto, para, además, suponernos estúpidos.
 
 
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AUTOR / FUENTE: Jorge Tesan

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