Ciencia, parquización y diversión frente al mar


Un museo, monumentos históricos y cuatro manzanas verdes dan vida a la Plaza España, un espacio público destinado al ocio en la zona de La Perla. Una de las falencias del predio es el no funcionamiento de los baños públicos y los desechos de los perros.

Plaza España

Plaza España constituye un espacio verde frente al mar, en el tradicional barrio de La Perla, a la altura de lo que generalmente se conoce como el inicio del sector norte de la ciudad. Circundada por la avenida Boulevard Marítimo, Libertad, Catamarca y Chacabuco, congrega a chicos, deportistas, familias en plan «compartir un momento» y a los amantes de la ciencias naturales, ya que en el predio está instalado el museo municipal de esa especialidad «Lorenzo Scaglia».

Allí se puede establecer contacto con una gran colección de dinosaurios y numerosos restos de la fauna que habitó estas tierras, a la vez que cuenta con un importante acuario que ostenta una de las pocas colecciones de caballitos de mar que existen en el país. Las visitas al mismo se pueden realizar todos los días, menos los martes, que está cerrado.

Si bien la plaza se encuentra bien parquizada, está comunicada por caminos asfaltados que son usados por los más chicos como «pistas», ya sea de patinaje -para patines o skate-, de bicicleta o de monopatín.

Aunque, de unos años a esta parte, los «sobre ruedas» coparon la intersección de la costa con la avenida Libertad, sitio donde se erige el monumento en homenaje a Miguel Cervantes Saavedra, inspirado en el instalado en Madrid, que recuerda a su mayor obra literaria «Don Quijote». El autor del mismo fue el escultor marplatense Hidelberg Ferrino y data de 1974.

La obra, de grandes dimensiones, hoy funciona como un improvisado «skate park» que permite a los «ryders» intentar todo tipo de maniobras. «El lugar está buenísimo», describió Nahuel, vecino de la zona y que usa a su patineta como medio de transporte.

Mientras disfrutan de unos mates de media tarde, Alfonso y Sonia aprovechan el sol otoñal sentados bajo una de las pérgolas instaladas en la plaza, aunque se quejan en voz baja. «Estos pibes no paran -dijeron- con esa tablita van y vienen y rompen todo, porque usan hasta los bancos como rampas».

«Aquí no»

Aunque en los canteros de la plaza intentan aparecer los primeros brotes de las flores antes de la primavera, los sectores parquizados son los más abonados con los excrementos de los perros cuyos dueños sacaron patente de sucios. Es que además de infraccionar, porque en todo el perímetro del lugar hay carteles que dicen «aquí no» y muestra a un can dibujado, no respetan a los demás usuarios del sitio y dejan abandonada la suciedad.

De todos modos vale aclarar que, a pesar de la existencia de cestos de residuos y hasta de contenedores para reciclar vidrio y papel, al final del día se pueden encontrar esparcidos por doquier restos de botellas, yerba, envases varios y papeles de todo tipo y color.

El fervor del básquet no sólo llegó con el Preolímpico, ya que en el medio de la plaza hay una cancha de básquet que -no importa el horario- siempre se muestra concurrida, mientras que los amantes del fútbol eligen patear la pelota a pocos metros de distancia, sobre el césped, aunque también existan los carteles de prohibido pisar el césped.

«La plaza está muy linda, dentro de todo bastante limpia, lástima la cantidad de perros sueltos y la suciedad que dejan», analizó Manuela, mientras miraba como patinaba su nieta Ayelén. A pesar de la existencia de los baños públicos, ayer los mismos estaban cerrados «por falta de agua» .

Cruzando la calle Chacabuco, hasta llegar a Ayacucho existe un triángulo parquizado denominado «Plazoleta Alfonsina Storni» y en ella Marta Minujín levantó el monumento «Contemplando la Eternidad», como tributo al nuevo milenio y para sus más de cinco metros de altura se emplearon 500 mil llaves. El mismo fue donado por el Colegio de Martilleros a la comunidad de Mar del Plata.

 

Fuente: diario la capital

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