El clásico bar del bario La Perla tiene una agrupación de protectores que lo ayudan a mantenerse durante la crisis. En vistas al futuro, apuntan a que habiliten la posibilidad de hacer shows en la vereda.
Por Redacción
sábado 26 de septiembre, 2020

El Argentino Bar es uno de esos clásicos en Mar del Plata. Un punto de encuentro para disfrutar de buena música en pleno barrio La Perla. A raíz de la pandemia, fieles asistentes del lugar armaron una agrupación que llamaron «Guardianes del argentino» para ayudar económicamente.
Los guardianes difundieron cuentas de ahorro para donar dinero, vendieron cuadros y planifican un festival musical por streaming para que «el territorio de buenos vampiros» de Chacabuco y 20 de septiembre no cierre sus puertas.
Sobre la actualidad del local, el dueño Daniel Robles, le contó a El Marplatense que «es muy difícil, como en tantos otros rubros, no facturar durante siete meses».
«El centro neurálgico de ‘El Argentino’ es la música, el arte, las funciones nocturnas. Es esencial para La Perla tener un bar para desayunar, encontrarse, trabajar, estudiar, los almuerzos y talleres a la tarde. Pero el centro es la noche, ahí damos el golpe económico», relató Robles.
En esta época, si bien recibieron ayuda del Estado para los sueldos, no accedieron a otros subsidios. «Cuando abrimos respetamos las reglas de seguridad y no hubo nunca ningún tipo de problema. Ojalá podamos reabrir lo antes posible», agregó al respecto.
«Hay amigos y amigas del Argentino. Hay mucho amor acá, no es un despacho de milanesas. Hicieron una asociación protectora del argentino, se llaman Los Guardianes del Argentino, haciendo referencia a mi grupo musical (Los guardianes de La Perla). Hacen una campaña de recolección de dinero para ir tapando las deudas que se van acumulando», señaló Robles sobre la agrupación que se formó.
En vistas al futuro, Robles tiene pautadas reuniones con el secretario de Cultura, Carlos Balmaceda, además de algunos concejales, para que «apenas se cambie de fase» se pueda «poner sillas y mesas en la vereda, en la mitad de la calzada de Chacabuco, o en la plaza, para poder hacer algunos recitales».
«El problema no es la cuarentena, es la pandemia. Abriendo y todo es complicado, por eso necesitamos que se pueda ese detalle por lo menos de poner algunas mesas y hacer algunos recitales en la vereda», concluyó el dueño de ese característico bar, que ya tiene más de diez años de vida.
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