Con la suba del dólar, la Costa será una opción Fuente: LA NACION – Crédito: Mauro V. Rizzi
MAR DEL PLATA. Más que nunca la temporada que se avecina es una incógnita. ¿Cuántos argentinos tendrán resto económico, en medio de la crisis, para pensar en veraneo? Si salen, ¿por cuántos días? Y el destino de playa, ¿la Costa Atlántica o el exterior? Con un valor del dólar que hace pensar dos veces una salida del país, la oferta local debe tentar como pocas veces. El sector inmobiliario marplatense ya decidió: los aumentos de alquileres no deberían ser más de un 30% de lo que se pagó aquí el verano anterior.
El potencial tiene que ver con que el ajuste no es una norma que se debe cumplir a rajatabla sino una recomendación a los propietarios de parte del Colegio de Martilleros y Corredores Públicos de Mar del Plata.
Como cada año, siempre cuando promedia septiembre, la entidad fija pautas de referencia tanto para los dueños de inmuebles que saldrán a renta entre diciembre y marzo como para los potenciales visitantes que piensan descansar por aquí en algún momento de ese período.
«Va a ser una temporada corta y de seis puntos», pronosticó Miguel Ángel Donsini, presidente del colegio profesional. Una calificación a la que cargó de optimismo en un contexto difícil, no solo por los vaivenes actuales derivados de la inflación y el tipo de cambio sino porque todavía falta una elección que sin dudas tendrá impacto político y económico en el escenario inmediato. «Siempre traen alguna complicación a nuestro mercado», dijo sobre el fin de un mandato presidencial e inicio de otro.
Los valores sugeridos, que suelen ser un piso ante la múltiple variedad de oferta inmobiliaria (más de 300.000 camas) que tiene la ciudad, advierten que por quincena, en enero, se pagará desde 17550 pesos por un monoambiente, desde 22750 por un departamento con un dormitorio y a partir de 27300 por uno con dos habitaciones. Un chalet se pagará como mínimo unos 32500 pesos.
El 30% sugerido por los martilleros se apoya en el promedio de variación salarial, producto de las paritarias de los distintos sectores, y no tanto en la inflación, que se aproxima al 60% anual. «Lo importante es lograr la ocupación del inmueble, si no se alquila es pérdida», aseguró Donsini a LA NACION. Insistió en llamar a los propietarios a ser cuidadosos a la hora de fijar valores porque lo que se recauda en temporada suele cubrir los gastos de mantenimiento que una unidad tiene durante todo el año.

Para febrero se anuncian valores 30% por debajo de los de enero y esa rebaja llegará al 50% tanto en diciembre como en marzo, que son los meses con menor afluencia y con viajeros de menor poder adquisitivo.
En la zona también se estaban manejando con similares parámetros, aun aquellas playas que captan un turismo de bolsillos más sólidos. El 30% aparecía como un ajuste razonable, al menos hasta las PASO de agosto, cuando la devaluación hizo estragos. Entonces la maquinaria de alquileres se paralizó. Los dueños retiraron propiedades de vidriera a la espera de un escenario más firme y los potenciales inquilinos preguntan, pero aún con algún precio de referencia optan por esperar.
El desafío es encontrar ese equilibrio de precios que sirva por igual al propietario como a su cliente. Los operadores inmobiliarios, que son los intermediarios, aspiran a que el mercado se mueva. Y para logra el objetivo esperan que ambas partes del contrato cedan lo suficiente como para alcanzar la mayor cantidad de acuerdos.
Lo que pueda suceder, al menos en Mar del Plata, recién se empezará a percibir en un par de meses. Es un destino con oferta muy amplia y los turistas se toman su tiempo para decidir y elegir alojamiento. Donsini asegura que ya hay propiedades publicadas y con precio. Y que incluso hay reservas. ¿Qué porcentaje? «Muy pocas, aclaró. Es que este proceso siempre es lento. Y este año, más que complicado.
Fuente: https://www.lanacion.com.ar/sociedad/verano-mar-del-plata-esperan-aumento-del-nid2288915
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