Mirando al mar desde Mar del Plata


El mar argentino posee recursos energéticos y alimenticios vitales para la supervivencia de los más de 9.500 millones de personas que el mundo tendrá en el año 2050: pesca, algas, hidrocarburos y energía mareomotriz.

por Alejandro Aníbal García (*)

Mar del Plata es la capital nacional de los intereses marítimos. No solo porque posee playas y es el principal puerto pesquero del país; sino que también por su estratégica ubicación para la defensa nacional, su prestigiosa industria naval y su actividad científica-tecnológica, entre otras variables.

El mar de nuestro país comprende una extensión de 940.000 km2 a lo largo de 4.725 km. de costas, llegando a tener en algunos sectores hasta 200 metros de profundidad. Sus límites van desde el estuario del Río de la Plata hasta la isla de los Estados, y desde la costa hasta las 200 millas marinas de su Zona Económica Exclusiva, incluyendo las islas Malvinas argentinas usurpadas por Gran Bretaña. El país es miembro de la Convención de la ONU sobre el Derecho del Mar, por lo cual en el futuro cercano podrá extender sus derechos soberanos de explotación económica más allá del limitante actual de 200 millas hasta las 350 millas náuticas. En el año 2009, gracias a un trabajo realizado por el buque oceanográfico ARA «Puerto Deseado», apostado en la Base Naval Mar del Plata, se presentaron los estudios científicos que demuestran los derechos argentinos sobre la plataforma submarina nacional (Copla).

La estancia marítima argentina

El Atlántico Sur es uno de los 7 principales caladeros de pesca del mundo, es decir una gran estancia en donde convive una extensa diversidad de fauna marina. Así como la soja brindó nutrientes a miles de millones de personas en el siglo XX, los productos marinos lo harán en el siglo XXI ante el agotamiento de los modelos tradicionales de explotación basados en la agricultura y ganadería terrestres.

En nuestro país, los niveles de consumo de productos marinos están muy por debajo del promedio mundial. Mientras que en el mundo se consume al año 17 kg. promedio per cápita, en Japón se consumen 80 kg., y en Argentina apenas superamos los 6 kg.

La producción mundial total combinada de pesca de captura y acuicultura superó en 2009 los 140 millones de toneladas. La Food and Agriculture Organization, estima que la acuicultura va a ser vital para poder alimentar de manera saludable a la población mundial, teniendo que aumentar su producción de las 50 millones de toneladas actuales hasta las 600 millones para el año 2050. Mientras que una hectárea de mar puede producir 4 toneladas de pescado por año, 1 hectárea terrestre puede producir a lo sumo 300 kilogramos de carne por año para consumo humano. El aumento de la explotación comercial de la Tilapia, es un claro ejemplo de la expansión de la acuicultura.

Sin embargo la alta inversión en infraestructura, tecnología y mano de obra que requiere el sector pesquero argentino para mantener niveles óptimos de rentabilidad se encuentra en crisis. Si bien las exportaciones argentinas del sector superaron los 1.300 millones de dólares en 2010, todos los empresarios coinciden en que el aumento de costos internos (combustible, mano de obra, entre otros) les dificulta su operatoria habitual, imposibilitando pensar en expandirse o invertir en acuicultura.

Las aguas del Mar Argentino son ricas en crustáceos y moluscos: langostinos, almejas mejillones, vieiras patagónicas, ostras, camarones, centollas, pulpos, calamares y calamaretes. El krill, un pequeño crustáceo, es una potencial fuente de proteínas para la elaboración de alimentos balanceados junto con el cultivo de algas. En lo que respecta a la pesca (más allá de los diferentes tipos de merluza) existen: el abadejo, anchoa, anchoítas, atún, besugo, bacalao, brótola, caballa, cazón, cornalitos, corvinas, gatuzo, lisa, lenguados, mero, pescadilla, pez palo, pez gallo, pez limón, polaca, róbalo, sardina, pejerreyes y tiburones. No podemos olvidar a los cetáceos: la ballena franca austral, la ballena azul, la orca, ballena jorobada, cachalotes y varias especies de delfines.

Hidrocarburos, algas y mareas

Los costos de comercialización de los combustibles tradicionales no renovables (petróleo, gas, energía nuclear) van en creciente aumento. Al aumentar la demanda energética mundial (Asia), disminuir las reservas e incorporar más tecnología; se están haciendo rentables mecanismos de producción energética, que antes no lo eran: explotación de petróleo off-shore, energía mareomotriz y biocombustibles, entre otros.

La producción de hidrocarburos, es un desafío a enfrentar por parte de Enarsa, la empresa nacional que posee los derechos de exploración y explotación de la plataforma submarina del mar Argentino. Nuestro vecino Brasil a través de Petrobras y, una política sostenida en el tiempo de defensa, industria naval y tecnología orientada hacia la explotación de sus recursos marítimos, se consolidó como líder en el sector. En el astillero SPI SA del puerto de nuestra ciudad, se encuentra en reparaciones uno de los buques de transporte de combustible de la misma.

El mar argentino es también una fuente de energía limpia renovable mediante la utilización de las mareas oceánicas por un proceso similar al empleado en las represas hidroeléctricas. Las mareas modifican el nivel del mar cada 12 horas y media, generando una diferencia de nivel de unos 2 metros.La técnica consiste en utilizar las corrientes marinas del agua para que accionen las turbinas de una central eléctrica. Se considera que los lugares más viables para aprovechar esta energía son unos 40 en el mundo, y que podrían producir unos 350.000 GW/h anuales, el equivalente a 220 millones de barriles de petróleo. La amplitud de mareas en la zona de la Península de Valdés, la convierten en una región estratégica para su potencial producción.

Por otro lado, las algas marinas son el organismo más eficiente para convertir la luz solar en biomasa mediante la fotosíntesis. A partir de las mismas ya se pueden extraer metano y biodiésel. Su eficiencia del ratio de conversión energética cercana al 5% es muy superior a la caña de azúcar que ronda el 1%. Al momento los biocombustibles se extraen a partir de grasas vegetales terrestres o animales.

El viernes pasado la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, hizo público un esperado anuncio por toda la comunidad productiva local: el refulado y dragado integral del puerto de Mar del Plata. De esta manera se va a extraer la arena sedimentada, del banco localizado en el morro de la Escollera Sur. Se procederá luego a su traslado, mediante un sistema de cañerías, hacia las distintas playas de la ciudad.

La tranquera del puerto local se va a abrir en plenitud para recibir más cruceros, más portacontenedores y grandes buques, pero también se tiene que abrir para que nos proyectemos hacia el mar con tecnología, inversiones y trabajo. El Almirante Storni, sostuvo hace décadas que «el mar será el vehículo y el sostén de la fortuna y de la gloria argentina». Estamos frente a una oportunidad histórica de que así sea. De nosotros depende levar anclas, y poder zarpar a toda máquina rumbo al futuro.

(*): Licenciado en economía (Ucema).

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