9:05 | Representantes de colegios profesionales, sociedades de fomento, y vecinos plantearon sus inquietudes sobre el proyecto para limitar la construcción en zonas residenciales. La iniciativa tiende a preservar el paisaje de barrios tradicionales conformados por casas bajas.

Stella Maris es uno de los barrios que se busca preservar de los edificios.
Los concejales que integran la comisión de Obras del Concejo Deliberante escucharon ayer opiniones diversas respecto del proyecto de ordenanza con el que se pretende limitar la expansión de nuevas edificaciones que puedan desnaturalizar el paisaje de barrios residenciales de Mar del Plata. Representantes de colegios profesionales, de sociedades de fomento, ong y varios vecinos tuvieron la posibilidad de plantear sus posiciones sobre la iniciativa que semanas atrás fue presentada por la Secretaría de Planeamiento y que tiende a preservar la fisonomía de distintos barrios conformados por casas bajas donde en los últimos años aparecieron nuevas edificaciones de hasta 5 y 6 pisos de altura. En general, se escucharon voces a favor del espíritu de la propuesta, aunque con diferentes matices.
Por ejemplo los arquitectos y los técnicos si bien apoyaron la iniciativa, dejaron en evidencia su preocupación por el impacto que podría tener su implementación debido a que su sola presentación ya parece haber generado cierta incertidumbre entre los inversores. Por eso hubo quienes consideraron que además de establecer disposiciones que limiten la construcción en algunos barrios tradicionales, el municipio debería promover rápidamente incentivos para que la actividad se expanda hacia otros sectores de la ciudad.
Además, el presidente del Colegio de Arquitectos, Carlos Ronda, expresó su desacuerdo con que el intendente Gustavo Pulti haya firmado un decreto por el cual suspendió la recepción de planos de nuevas obras hasta tanto el proyecto de ordenanza en tratamiento sea aprobado por los concejales. El Ejecutivo adoptó esta decisión con el propósito de evitar que haya quienes se apresuren a tramitar permisos para realizar construcciones antes de que entre en vigencia el nuevo marco normativo y evitar así tener que aceptar las eventuales restricciones.
En este sentido, el presidente de la comisión de Obras, Carlos Katz (UCR) consideró como lógico que haya inquietud entre los profesionales y los inversores ya que el decreto del jefe comunal «condiciona la suspensión de los trámites hasta que el proyecto de ordenanza sea aprobado haciendo referencia a un plazo muy incierto». Además de los representantes de colegios profesionales, a la reunión también asistieron vecinos de diferentes barrios de la ciudad, en especial, de aquellos que no fueron incluidos en el listado redactado por la Secretaría de Planeamiento, como Punta Mogotes, Don Bosco o Plaza Mitre. En estos casos, los vecinos pretenden que allí también sean puestas en vigencia disposiciones que restrinjan la posibilidad de que se construyan nuevos edificios en altura. Al finalizar la reunión el concejal de Acción Marplatense, Leandro Laserna, le dijo a LA CAPITAL que el oficialismo «quiere preservar el trabajo de la industria de la construcción, pero implementando mecanismos que aseguren un desarrollo responsable y sustentable de toda la ciudad».
El proyecto elaborado por la Secretaría de Planeamiento propone reducir los indicadores urbanísticos de zonas Residenciales 4 (R4) donde se asientan barrios tradicionales de viviendas unifamiliares. Entre ellos figuran Chauvin, San José, La Perla, Nueva Pompeya, Villa Primera, Estación Norte, Bernardino Rivadavia, Plaza Peralta Ramos, Peralta Ramos Oeste, Lomas de Stella Maris, Alem, el centro y Playa Grande. Todos ellos fueron durante los últimos años objeto de inversiones inmobiliarias que se vieron alentadas por la existencia de un régimen promocional que estuvo vigente desde 2002, permitiendo que fueran construidas edificaciones un 30% superiores en superficie que las autorizadas en el COT. Si bien este beneficio fue desactivado, el Ejecutivo consideró necesario implementar medidas adicionales de preservación en las zonas R4, con disposiciones aún más restrictivas, con las que solamente se autorizaría la construcción de tres pisos y una planta baja libre sobre un mismo lote. Al finalizar la reunión Katz explicó que la comisión «tomó nota de cada una de las opiniones» planteadas ayer con el propósito de derivar a algunas de ellas hacia las áreas técnicas del Ejecutivo para que despejen ciertas dudas. Por otra parte anunció que en días más el Concejo Deliberante convocaría a una nueva reunión de trabajo para dedicar toda una jornada al análisis del proyecto.
Mogotes y los indicadores urbanísticos restrictivos
El secretario de Planeamiento de la comuna, José Luis Castorina, explicó ayer que el Punta Mogotes no forma parte del listado de los barrios en los que el municipio propuso poner límites a la expansión de la construcción debido a que esa zona de la ciudad ya posee uno de los indicadores urbanísticos más restrictivos vigentes en el Código de Ordenamiento Territorial, lo que de por sí ya impide que se realicen edificaciones en altura y hasta actividades comerciales y de servicios.
«Entre el 70% y el 80% del barrio es considerado como zona Residencial 7 (R7)», dijo el funcionario.
Según explicó Castorina, esto ya protege a buena parte del barrio de la aparición de edificios de altura, al mismo tiempo que impide la expansión de actividades comerciales y de servicios. «Al tratarse de una zona exclusivamente residencial solamente se admite la construcción de dos viviendas unifamiliares por lote» lo que se reduce a «una sola vivienda por lote en sectores en los que no haya agua y cloacas», precisó el funcionario.
De este modo Castorina salió a aclarar la postura del Ejecutivo frente a los planteos realizados en los últimos días por algunos vecinos que enviaron una nota al Concejo Deliberante pidiendo que Punta Mogotes fuera incluido en el listado de barrios para los que se está proponiendo limitar la expansión de nuevas construcciones. Allí ya figuran Chauvin, San José, La Perla, Nueva Pompeya, Villa Primera, Estación Norte, Bernardino Rivadavia, Plaza Peralta Ramos, Peralta Ramos Oeste, Lomas de Stella Maris, Alem, el centro y Playa Grande.
Castorina explicó ayer que la iniciativa que está siendo analizada por el Concejo tiene como propósito reducir los indicadores urbanísticos de estos sectores, catalogados como Residenciales 4, para evitar que el paisaje continué distorsionándose a causa de la convivencia de casas bajas con edificaciones en altura. «Las disposiciones para una zona R4 son mucho más permisivas que para una R7. Por eso si incluyéramos a Punta Mogotes en esta medida se obtendría un resultado completamente inverso al que los vecinos dicen estar buscando», aseguró. Por otra parte Castorina se refirió a la inquietud de los vecinos por la situación de la franja costera del barrio, donde se teme que puedan proliferar edificios.
Al respecto el funcionario aclaró que «evidentemente hay distintos sectores de la ciudad que deben ser desarrollados», precisando que de todos modos «esto es algo que no puede ser resuelto desde una oficina» sino que «merece un tratamiento participativo en el seno del Plan Estratégico de Mar del Plata».
En este sentido, el funcionario consideró que «estos son sectores de la ciudad con potencial» pero aseguró que el crecimiento de estos lugares tienen «que ser fruto de un estudio y una planificación participativa». A modo de ejemplo, Castorina consideró que la construcción del emisario submarino y de la autovía hacia Santa Clara revitalizó a la franja costera en el tramo que va desde la avenida Constitución hasta los cuarteles militares del Ejército, en el límite del Partido. «Pero si queremos que esta zona, como muchas otras, se desarrollen primero debe haber diálogo y consenso con todos para determinar de qué manera lo haremos. Para que estos lugares crezcan habrá que garantizar infraestructura pública, servicios y comunicaciones, entre muchas otras cosas», agregó.
Finalmente el secretario anunció que la semana que viene la Secretaría de Planeamiento comenzará a convocar formalmente a los representantes de colegios profesionales y otros sectores vinculados a la industria de la construcción para empezar a evaluar de qué manera se podrían implementar incentivos para la actividad. Cabe recordar que a fines de enero dejó de tener vigencia un beneficio por el cual desde el año 2002 el municipio había permitido la construcción de un 30% más de superficie que la autorizada en el COT, como modo de promover a la industria de la construcción. «Vamos a empezar a reunirnos y a conversar para acordar dónde y de qué manera se puede restablecer esta ventaja», sostuvo.
fuente: diario la capital
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