9:05 | La mayoría coincide en que fue un verano exitoso. Vino más gente que otros años. Se percibió mayor seguridad y presencia policial. Pero el tránsito en las calles fue caótico. Los espectáculos a cielo abierto fueron la gran convocatoria.

Una vez más, Mar del Plata dio muestras de porqué es considerada la capital nacional del turismo.
Mar del Plata ratificó una vez más el liderazgo nacional en números turísticos aunque todavía no hay cifras oficiales. La temporada arrancó con un diciembre óptimo, tuvo un enero record, sobre todo en la segunda quincena, y cerró con un febrero aceptable acotado por el temprano comienzo de las clases.
Indudablemente vino mucha gente, más que en los años anteriores -excelente resultó el saldo del fin de semana largo de Carnaval- para convalidar este destino de veraneo de arraigo nacional. Y se encontró con decenas de nuevos edificios, espacios públicos renovados y una creciente y diversa oferta gastronómica.
Sin embargo, cabe preguntarse si este estatus actual cubre las expectativas de quienes deciden pasar aquí sus vacaciones. Ha quedado demostrado a lo largo del tiempo que los operadores locales están entrenados y adaptados al vértigo de las variables frente el desafío constante de priorizar y mejorar la calidad de los servicios que se ofrecen. Y en la misma frecuencia el Estado trabaja para aportar lo propio e interactúa con el sector privado.
Ahora, ¿con qué se encontraron los turistas este año? ¿Cuáles fueron los aspectos favorables y cuáles no?
A la vista de todos, en principio, el tránsito de vehículos en el casco urbano fue, tal vez, el mayor de los problemas que encontraron los turistas. Las buenas intenciones de las autoridades en este área estuvieron lejos de solucionar medianamente la cuestión .
La realidad da cuenta de una estadística significativa y elocuente: cerca del 70 por ciento de los turistas llega en auto a la ciudad. Y hay que sumar la ya desbordada situación de una Mar del Plata que cuenta con más de 300 mil vehículos estables.
Además, es claramente perceptible que el parque automotor creció de manera exponencial. En consecuencia, el efecto de la relación «más gente más autos» se vivió en la calles de la ciudad en medio de un caos absoluto.
En rigor, los intentos por ordenar (a pesar de que se labraron miles de multas e infracciones) no alcanzaron, entre otras cosas, debido la escasez de agentes de control. Cuando mayores conflictos se notaron este verano fue a la hora pico de salida de los balnearios en la zona sur donde se produjeron atascos interminables y se llegó a demorar hasta una hora y media para trasladarse al centro. Párrafo aparte merece la presencia de los traileres de publicidad por las calles céntricas -algo que no sucede ni siquiera en la Ciudad de Buenos Aires- profundizando los embotellamientos.
La Dirección de Tránsito implementó algunas pruebas los fines de semana para evitar los embotellamientos, y ahora estudia qué medidas se podrán adoptar para el verano que viene.
Otro punto sin solución y por resolver es el poco espacio público y privado para estacionar en el micro y macrocentro como en otros lugares de concurrencia masiva de veraneantes.
Los controles sistemáticos de alcoholemia, en cambio, arrojaron nuevamente saldo a favor ya que lograron disminuir sensiblemente el número de accidentes con víctimas que por lo general se producían en horarios nocturnos.
Pero moverse en auto por la ciudad tuvo y tiene otros «valores» agregados. Por ejemplo los «limpiavidrios» que copan decenas de esquinas y cruces provocando no sólo incomodidad para los automovilistas, sino también complejidad para la circulación. De poco y nada parece servir la ordenanza cuya letra prohíbe esta actividad de manera terminante.
En similar sentido, turistas y marplatenses sufren a diario a los «trapitos» propios y foráneos literalmente «apropiados» de los lugares públicos para estacionar e imponiendo, en casos, «tarifas» traídas de los pelos. Uno de los puntos de conflicto más álgido este verano fueron las inmediaciones del estadio «José María Minella» y del Polideportivo donde las autoridades se vieron obligadas ante una catarata de denuncias a ponerle límites a los abusos. Hubo lugares donde se debió pagar entre 30 y 50 pesos sólo por el temor de encontrar el auto rayado de no pagarse este particular impuesto.
Las buenas intenciones políticas al acordar reglamentaciones claras y precisas, como en las situaciones referidas, evidentemente, se chocan con la imposibilidad material de aplicarlas.
Ni en tren, ni en avión, ni en barco
Para los que viajaron en auto este verano las rutas fueron más seguras. De acuerdo a datos oficiales durante los meses de enero y febrero bajó un 50 por ciento el número de siniestros en las vías de acceso a la ciudad debido al accionar conjunto de la Agencia Nacional de Seguridad Vial, Gendarmería y policía provincial. Además, hubo una reducción del 13 por ciento de las velocidades promedio, un 33 por ciento de aumento en el uso de cinturón de seguridad, y una baja del 6 al 3 por ciento de alcoholemias positivas.
La construcción y puesta en funcionamiento de la nueva estación Ferroautomotora es tal vez la obra de mayor impacto para la ciudad turística de las últimas décadas.
Miles de pasajeros llegaron diariamente al nuevo espacio en confortables unidades que cada verano ofrecen mejores servicios, a la vez, más controlados por la Comisión Nacional de Transporte para garantizar seguridad.
Sin embargo, el servicio de trenes fue calamitoso. Por un lado la gente siguió viajando en vagones viejos, destruidos y en pésimas condiciones de higiene. Y por el otro, tuvo que soportar demoras increíbles y la suspensión de varios servicios lo que obligó a la empresa Ferrobaires a trasladar en micros a miles de pasajeros. Basta con mencionar que una formación tardó cuatro horas para recorrer menos de 100 kilómetros entre Mar del Plata y Las Armas.
Lamentablemente a causa de un conflicto gremial, quedó suspendida la puesta en marcha de los modernos trenes «Talgo» comprados a España que se iba a realizar el 22 de febrero.
Otra de las grandes asignaturas pendientes para la ciudad son los escasos servicios aéreos. No más de tres vuelos diarios aterrizaron y despegaron del moderno y confortable aeropuerto «Astor Piazzolla». Las promesas de sumar frecuencias entre Mar del Plata y Buenos Aires y facilitar conexiones con otras ciudades del país, quedaron en eso, en promesas. Es incomprensible que el principal destino turístico del país padezca de semejante carencia.
Y la frustración del verano fue la cancelación del arribo del crucero Aida Cara al puerto local. Desde el oficialismo nunca reconocieron la falta de dragado ni problemas técnicos. Pero distintos operadores turísticos revelaron que este fue el motivo que dejó a Mar del Plata sin la llegada de la lujosa embarcación. Desde la Subsecretaría de Puertos y Vías Navegables insistieron en que el puerto «se encuentra apto hace más de dos años para la operatoria de todo tipo de buque. Lo mismo señalan desde el Consorcio Portuario. Habrá que esperar a ver lo que sucede durante el resto del año.
Buen nivel de ocupación
El hecho de que las clases comenzaran el 28 de febrero acortó las expectativas de afluencia turística para el segundo mes del año. La segunda quincena fue algo inferior al año pasado. De todos modos desde hace varios años, enero es el mes más concurrido. El feriado de Carnaval, con la llegada de 238.800 personas, produjo un empuje hacia arriba para esta época.
Según la Secretaría de Turismo de la Provincia, Mar del Plata recibió un 10 por ciento más de visitantes en los últimos tres años.
La temporada tuvo picos de ocupación durante los fines de semana. Las estadías promedio fueron de 10 días.
La hotelería recibió una ocupación del 87 por ciento los fines de semana de enero y febrero, en tanto la de los hoteles gremiales promediaron un 82 por ciento durante igual período.
El mayor nivel de alojamiento se dio en los hoteles de 5 y 4 estrellas, las cabañas y los apart hotel con un porcentaje que rondó entre el 88 y 93 por ciento.
Este sector empresario viene realizando continuas inversiones con el fin de adaptar su oferta a la demanda de turistas cada vez más exigentes.
En las inmobiliarias dicen que los alquileres no manifestaron demasiadas variables con respecto a verano del año anterior. El sector de la ciudad más buscado fue el centro, es decir, departamentos. Y es neurálgico. Más que nada el comprendido entre las avenidas Luro y Colón y las calles San Luis y Buenos Aires. Dentro de ese área se instalan miles de personas, otros tantos recorren a diario la zona comercial con dos peatonales (San Martín y Rivadavia), y funciona la mayoría de los teatros. En consecuencia, aquí aparecen más visiblemente los problemas de higiene.
Bolsas de residuos apostadas en las esquinas, calles y veredas cubiertas por basura que arroja la gente y un sistema de recolección y limpieza desbordado.
Menos carpas y sombrillas y más espacio público
Los balnearios que se extienden por más de 40 kilómetros de playas mantuvieron y hasta mejoraron la calidad de los servicios que ofrecen con renovadas propuestas. Pero quienes buscaban la orilla del mar para instalarse en los sectores de acceso público se encontraron con serias dificultades. Casi no quedaba arena donde acomodarse.
Muchas carpas y sombrillas en áreas privadas y los efectos del avance del mar provocaron la limitación de espacio libre. Sobre todo en las playas del centro superpobladas durante los fines de semana.
Ante las voces que se hicieron oír en tal sentido, hubo una respuesta rápida por parte del municipio y la Cámara de Balnearios para reducir un 20% el área destinada a carpas.
El puntapié inicial se dio en las playas del centro. Pero en total se retiraron unas 500 carpas de los balnearios de Playa Grande, Bristol, La Perla y Perla Norte, el Torreón del Monje, Varese, Cabo Corrientes y Punta Iglesias.
El gobernador Daniel Scioli había pedido a fines de enero que se adoptara una medida de estas características. Por ejemplo, Playa Grande es uno de los sectores más afectados en cuanto a reducción de espacio público, sobre todo, cuando sube la marea.
Pablo Fernández, presidente del Ente Turístico Municipal, explicó que el espacio público de arena se achicó porque se dieron «condiciones climáticas previas a la temporada que disminuyeron la zona de arena en playas en un porcentaje superior a otros años».
Por su parte, el intendente Gustavo Pulti dijo que la comuna lleva adelante estudios para iniciar un proceso de refulado de arena sobre las playas. La licitación para este trabajo comenzará en abril para que se pueda aprovechar en la temporada 2012. La idea es sacar arena que está en la entrada del puerto y volcarla en las playas que más espacio han perdido en los últimos años.
Más policías, mayor seguridad e intensa labor de los guardavidas
Todo parece demostrar que el plan de prevención y represión del delito implementado para este verano en Mar del Plata, fue positivo. Según el gobernador Daniel Scioli, en este aspecto, el Operativo Sol alcanzó objetivos contundentes en relación a la seguridad.
Entre otras cosas, se intensificó la presencia policial en las rutas para evitar accidentes, por ejemplo, durante los días de recambio. Además, se montaron operativos con mayor cantidad de efectivos en las áreas más calientes sujetas a la tentación de cualquier comisión de delitos.
Vale recordar que para toda la costa se desplegaron a partir del 18 de diciembre 7.728 agentes de distintas áreas de Seguridad.
En las playas también hubo más seguridad. Una vez superado el conflicto a comienzos de la temporada entre los guardavidas y los dueños de balnearios, la actividad se desarrolló normalmente. La Playa Popular lideró el ranking de salvatajes con más de 15 por día. El coordinador del servicio de seguridad de playas, Daniel Mestralet, estimó que aumentó un 15 por ciento la cantidad de rescates de guardavidas en esta temporada respecto al verano pasado. En promedio, se realizaron más de 100 salvatajes por día en las playas de Mar del Plata.
La nota triste fue el menor que se arrojó al mar una noche de enero en la Popular y pasaron varios días hasta que apareció su cuerpo. La mayor cantidad de salvatajes fue asociada a la imprudencia de los bañistas. Mestralet comentó haber visto gente internándose en el mar a las 5 de la mañana. «Hay jóvenes que salen de los boliches alcoholizados y se tiran al agua, no les importa nada. Y los que se meten al mar a la noche, después de las 20, lo ven como algo novedoso». El funcionario se mostró a favor de extender el horario del servicio y montar una guardia nocturna.
En el partido de General Pueyrredon hay más 500 guardavidas que trabajan en balnearios privados y playas públicas. Según la ordenanza 14.269, deben cumplir 150 días de actividad entre el 15 de noviembre y el 15 de abril en el horario de 8 a 20. El cuerpo de guardavidas sufrió un duro golpe días atrás, con el fallecimiento de Julio César López, de 57 años, en Playa Popular, tras un salvataje.
Espectáculos para todos los gustos
Pocas ciudades en el mundo ofrecen la cantidad, calidad y variedad de espectáculos en una temporada como Mar del Plata. Este verano se estima que se presentaron unas 300 propuestas de todos los géneros. El público tuvo para elegir.
Sin dudas los recitales gratuitos a cielo abierto fueron los más convocantes. Sobre todo los que se realizaron en el escenario del Paseo Hermitage organizados por el gobierno de la Provincia de Buenos Aires. Entre enero y febrero más de 900 mil personas disfrutaron de los shows de artistas populares como el Bahiano, Cacho Castaña, Los Pimpinela, Ricardo Montaner, Julio Iglesias, Ataque 77, el Chaqueño Palavecino, Palito Ortega, Violeta Rivas, Néstor Fabián, Virus y José Luis «El Puma» Rodríguez, entre otros.
El éxito de esta propuesta fue tal, que provocó alarma entre los empresarios teatrales que sintieron el impacto en sus boleterías. Y ante los reclamos se llegó a un acuerdo para evitar suporposiciones con los organizadores de los shows gratuitos.
Los teatros trabajaron bien en general. El público respondió a las diferentes propuestas a pesar de que, en casos, se quejó por el alto costo de las entradas.
Luz y agua
Según informó la Empresa Distribuidora de Energía Atlántica este verano se registró un nuevo récord en la demanda de energía. El mayor pico se produjo el martes 25 de enero con 275 megawats. Esta marca superó a la máxima de la temporada anterior que fue de 272 megawats. Resaltaron el buen funcionamiento del sistema de distribución y lo adjudicaron a «las obras realizadas y al adecuado plan de mantenimiento concretado en los meses previos al inicio de esta temporada».
Esta temporada no hubo quejas por falta de agua potable. Incluso en zonas de la ciudad en las que históricamente este problema se repetía año tras año, como por ejemplo, Punta Mogotes.
Las obras en los espacios públicos
Las obras que se harán en la nueva Playa Grande están estimadas en más de cuarenta millones de pesos. Casi nueve millones estarán destinados a cambiarle la cara a los espacios públicos y la mayoría ya se podrán ver durante la temporada que viene. Las remodelaciones que están previstas son:
* Hacer nuevas todas las áreas de circulación peatonal, que incluye rampas desde el nivel vereda, conexión cubierta (túnel) desde la calle Victoria Ocampo hasta el paseo y reordenamiento integral de espacios de uso.
* La relocalización de las áreas verdes, con reconversión de los parterres originales y mantenimiento del concepto de superficie plana vegetal.
* La incorporación de espejos de agua que acompañan a las nuevas áreas verdes.
* Una nueva propuesta luminotécnica general, con desdoblamiento en un sistema de luminarias para alumbrado urbano y un sistema de iluminación focalizada de carácter decorativo.
* La parquización general y especialmente en ambos extremos del paseo inferior con incorporación de elementos decorativos a modo de remate.
* La propuesta integral de equipamiento urbano consistente en instalación de bancos, cestos de residuos, bicicleteros, bebederos, señalización informativa que optimice la apropiación del sector por la comunidad.
* La ejecución de todas las obras complementarias de infraestructura (provisión de agua, desagües pluviales, tendido de instalaciones, etc.)
* El desarrollo de un Paseo de las Esculturas, tratamiento de áreas verdes exteriores con incorporación de plazas secas con decks de esculturas y realización a nuevo de veredas, iluminación y equipamiento, cuya localización es contigua y a todo lo largo de la calle Victoria Ocampo.
* Obras de sembrado de arena anual que deberá asegurar la efectiva existencia de arena seca para uso público.
Lo malo
– El caos de tránsito que desbordó todo lo previsible en materia de circulación y estacionamiento.
– La vergüenza nacional del servicio ferroviario que une Buenos Aires con Mar del Plata. Y la frustración por la no llegada del Talgo.
– La presencia de limpiavidrios y trapitos en diferentes puntos de la ciudad aunque su actividad está prohibida.
– El frustrado arribo del crucero internacional Aida Calda a causa de supuestos problemas por un banco de arena en el ingreso al puerto.
– El adelantamiento en el inicio del ciclo lectivo, que al producirse el 28 de febrero, acortó el período de vacaciones.
– La falta de higiene en espacios públicos sobre todo en el microcentro de Mar del Plata. La basura acumulada en las calles obedece a responsabilidades compartidas. Queda mucho para aprender.
– El «festival» de cartelería pública encabezado por afiches partidarios propios de un año electoral.
– La «paralización» de la ejecución del proyecto para el predio que ocupaba la ex terminal de micros.
– Plazas saturadas por trailers y stands de organismos oficiales que ofrecen variados servicios.
– Incumpliento de varias ordenanzas: Limitación de venta ambulante, espectáculos a «la gorra», perros en la playa y bajada de camionetas a la orilla del mar, entre otras.
– Las mínimas frecuencias aéreas con destino a Mar del Plata, una enorme asignatura pendiente.
– Los trailers publicitarios recorriendo las calles céntricas, entorpeciendo el tránsito.
– Los expedientes de obras paralizadas y sin resolución en la comuna, perdiéndose asi una importante cantidad de mano de obra.
– El Bristol Center, que sigue siendo un monumento al abandono. Pasan los gobiernos y no aparecen las soluciones.
Cifras
– 280 mil turistas serían los que habrían llegado a la ciudad durante el pasado fin de semana largo de Carnaval, según el intendente Gustavo Pulti.
– 238 mil turistas fueron los contabilizados hasta al sábado como ingresantes a la ciudad. Se espera que la cifra final sea confirmada en las próximas horas.
– 390 mil son las plazas de alojamiento turístico disponibles en Mar del Plata.
– 16 mil es la cantidad de visitantes que habitualmente recibe la ciudad en los fines de semana convencionales del año, fuera de temporada alta.
– 8 millones de turistas son los que recibe Mar del Plata cada año.
– 4,5 millones de personas son las que llegan a la ciudad anualmente fuera de la temporada estival. En su mayoría lo hacen en fines de semana largos o atraídas por congresos, convenciones o eventos en cualquier fecha del año.
fuente: diario la capital
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