Obviamente que Martín Lousteau no escapó de la consulta inmediata por la restricción al dólar. Al respecto, el economista de 40 años opinó que “lo que está pasando es que el dólar fue de las cosas que menos subió en los últimos años y la gente ve que es barato en ese sentido. Viendo esta perspectiva un poco más incierta, lo que hace es salir a comprarlo. Entonces cuando el Gobierno ve eso reacciona equivocadamente”.
Justamente ahí citó una frase de Javier González Fraga, economista y expresidente del Banco Central de la República Argentina: “El problema no es la salud del paciente, sino el Parkinson del cirujano”.
Pero volviendo al tema anterior, comentó que “todos hemos tenido una suerte de frenesí yendo a comprar el último viernes dólares a $5,10. Un valor que los economistas esperaban para fin del año que viene. Me parece que todo se tiene que ir moderando, si el Gobierno también revé su diagnóstico y deja al dólar oficial paulatinamente con tranquilidad para arriba. Después que el paralelo pueda bajar, eso va a moderar el temor”.
No quiso dar un estimativo sobre a cuánto tendría que estar el dólar, pero deslizó que “tiene que estar de acuerdo a cuáles son las decisiones que se van tomando en el contexto internacional. Los países normales dejan fluctuar sus monedas dentro de cierto rango para acomodar estas cosas. Al tipo de cambio oficial la gente sale a comprar y a $5,10 la gente sale a vender”.
Sin embargo, mostró su conformidad con la quita de subsidios a los barrios y empresas con altos ingresos ecnonómicos que informó este miércoles el actual ministro de Economía, Amado Boudou. “Es un buen paso que el Gobierno finalmente tome conciencia que hay que eliminar un montón de gastos que están destinados a sectores que no lo necesitan y que tienen un alto costo para la sociedad argentina en términos de inflación, porque eso se está financiando emitiendo dinero. Me parece una buena señal. Pero hay que terminar de ver cuáles son los mecanismos, porque ahora no son muy claros. Cuando empezamos a eliminar y queda en evidencia tan grande a quiénes le estábamos dando el dinero también es una señal de del desquicio enorme y delirio que era el sistema de subsidios”, dijo.
En ese marco, remarcó que “le estuvimos dando 600 millones de pesos anuales a las oficinas de Capital Federal de los bancos, compañías de seguros, la minera, la telefonía celular y los casinos. Dinero que equivale a 200 mil asignaciones universales por hijo. Ahora estamos eliminando para Barrio Parque, el sector más exclusivo de toda la Argentina, seguido por Puerto Madero y los barrios cerrados. Me parece que son pasos en la dirección correcta, que todavía están resolviendo una parte chica del problema. Al menos el Gobierno tomó conciencia sobre lo cual muchos reclamamos desde adentro y afuera”.
En el final, dejó en claro que “nadie en el mundo puede decir voy a bajar la inflación de tal cifra a tal cifra por decreto. Lo que tiene que hacer es hacer política económica” y que a nivel país “vamos a tener un crecimiento sustancialmente menor al que hemos vivido en el paso. Es una economía que puede crecer 3 o 4% durante este año y si corregimos lo que tenemos que corregir vamos a crecer mucho más en el futuro”.
Sobre su disertación:
Su disertación en el Congreso tocó distintos puntos, entre los cuales destacó: “Traté de compartir con la gente cuál es nuestra visión que tenemos desde la consultora con respecto a cómo son las perspectivas de Argentina teniendo en cuenta por lo menos dos o tres dimensiones. La primera cómo han sido estos años y cómo hemos tenido acumulación de éxitos e inconvenientes que necesitan ser resueltos. Cuál es el calibre de esos inconvenientes y por dónde puede pasar la resolución. Y cómo es el impacto que puede tener el escenario internacional en esta tarea”.
Fuente: El Retrato de Hoy.
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