A raíz de la diversificación de propuestas comerciales y profesionales la cantidad de inmuebles que en estos momentos están desocupados es escasa. Lo propio ocurre en la calle Olavarría y en varias transversales.
Escaso es el movimiento inmobiliario en la zona de Güemes.
Cuando faltan poco más de dos meses para el inicio de un nuevo ciclo estival, en el tramo de las calles Güemes y Olavarría delimitado por Rodríguez Peña y Gascón, al igual que en varias de las arterias que cruzan a aquéllas, la cantidad de locales que se ofrecen en locación o venta en estos momentos es muy reducida. Y es que en los últimos tiempos, más allá de todo lo que se construyó, la diversificación de propuestas hizo que la mayoría de los inmuebles estén ocupados por comerciantes o profesionales.
Salvo contadas excepciones -entre las que deben incluirse algunos locales a estrenar- la mayoría de los dueños, conscientes de la renta que pueden obtener si las alquilan, se rehusan a vender sus propiedades.
El movimiento comercial, si bien es bueno durante todo el año, crece significativamente los fines de semana prolongados y en los meses de alta temporada, lapsos en los que la zona pasa a ser la «vedette» de Mar del Plata; en alquiler los que más escasean son los locales grandes que, a su vez, suelen ser los que más demandan las empresas importantes.
Razones
Con muchos años de experiencia como asesor inmobiliario, Julio D’Onofrio dijo a este medio que «la falta de oferta obedece básicamente al hecho de que en este sector de la ciudad, que es uno de los preferidos por los turistas y que siempre se caracterizó por contar con locales de importantes marcas de ropa, se conformó un polo en el que la gente, incluidos los marplatenses, encuentran de todo».
En ese sentido explicó que «si bien lo que más aumentó es el número de negocios gastronómicos (en la actualidad hay más de 30) también se instalaron bancos, librerías, casas de computación, drugstores, rotiserías, panaderías, carnicerías, verdulerías, mercerías, casas de pastas, heladerías y ferreterías, por citar algunos de los rubros que se están explotando; a ello hay que sumarles las clínicas, gimnasios, consultorios médicos y/o de estética, estudios jurídicos, inmobiliarias y compañías de seguros que resolvieron tener presencia en la zona algunos de los cuales optaron por la calle Alvear en la que no se permite el funcionamiento de negocios tradicionales».
En materia de locaciones D’Onofrio sostuvo que «si bien los contratos nuevos se pactan por un mínimo de tres años, las renovaciones, teniendo en cuenta la inflación que hay en el país, contemplan prórrogas por doce meses; en Güemes, adonde los precios subieron, en estos momentos hay que hablar de un mínimo de 6.000 pesos y un máximo de 10.000 dólares mensuales; en Olavarría y las transversales, los valores, que arrancan en 2.500 pesos y que llegan hasta 6.000 ó 7.000, últimamente se mantuvieron estables o aumentaron poco; entre las últimas calles, las más importantes son Roca, Garay, Rawson y Avellaneda, en determinados tramos».
Finalmente, al ser consultado acerca del cumplimiento de los contratos de locación, sostuvo que «en general, a pesar de que el invierno es difícil, puede decirse que es bueno; los que no pueden pagar, optan por irse», aclaró
fuente: diario la capital
Inmobiliarias Mar del Plata 
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