Las dos facetas de los alquileres temporarios, en la ciudad de Buenos Aires


MERCADO INMOBILIARIO

El año pasado fue la inversión más rentable después del oro. Pero está en declive por la alta competencia y la sobreoferta.

PorAlejandra Beresosvky ESPECIAL PARA CLARIN

Las bajas tasas de interés y el refugio en el dólar convirtieron al alquiler temporario de departamentos a extranjeros en la inversión más rentable después del oro. Sin embargo, la sobreoferta, la alta competitividad y el amateurismo están retrayendo el negocio, hasta el punto de hacerlo declinar y exigir una vacancia cero en las propiedades, algo difícil de lograr, para que se justifique más que un alquiler tradicional.

En el mercado se mezclan dueños que se resisten a la intermediación –que cobran comisiones de entre 20% y 25%– y agencias con las que se vuelve muy difícil competir, porque administran las mejores propiedades del sector y cuentan con canales, contactos y un portafolio de clientes estables que les ponen buenas puntuaciones en sitios especializados.

Pero esta alternativa, que parecía la más interesante para no tener el dinero parado, se está convirtiendo en un negocio de riesgo. “Estamos en una situación de burbuja, pero no por las mismas causas que en el mercado de Estados Unidos, donde subieron los precios por el crédito. Aquí, los precios de las propiedades subieron en dólares por la recomposición del poder y por la falta de alternativas de inversión rentable”, opina Alejandro Bianchi, Portfolio Manager de la agencia InvertirOnLine. “Si se va a un banco, la tasa real es negativa. La inflación es del 25% y la tasa, del 10%, por eso el inversor busca una alternativa porque el dinero le quema en las manos”, añade.

Según se desprende de un informe de la consultora Reporte Inmobiliario, la rentabilidad bruta promedio (sin descontar inversión en equipamiento, expensas y otros servicios) alcanza al 9,37% para un dos ambientes en el caso de alquiler mensual y ocupación todo el año. “Sin embargo, en términos generales, la ocupación total resulta difícil de lograr. Si se considera que el departamento permanece alquilado 8 de los 12 meses del año (67% de ocupación), la rentabilidad promedio bruta se reduce al 6,28%, en línea con tasas de rentabilidad asequibles mediante la modalidad tradicional de alquiler”.

El trabajo indica que es más conveniente alquilar por semanas, con el mayor grado de ocupación posible, al menos del 50%, porque no hay mucha diferencia en precio entre hacerlo por esos periodos, que por mes. Por caso, un alquiler temporario en Palermo sale un promedio de US$324,93 por semana, mientras que por mes llega a US$779,75. De acuerdo con el trabajo, la mayor rentabilidad se obtiene en Puerto Madero, pero Barrio Norte y Palermo concentran más del 50% de la oferta.

Dario Mattiello, CEO de Baires Living, aclara que todo depende de qué se entiende por alquiler temporario. “El alquiler temporario debe hacerse en edificios concebidos para eso, y se pone en manos de gestores profesionales, se puede garantizar una rentabilidad de entre el 10% y el 12%”, explica. El especialista dice que la locación es fundamental para este negocio: Recoleta, Palermo Soho o Palermo Hollywood y “las partes lindas de Barrio Norte”.

Emmanuel Vijoditz, de Mis Departamentos en Buenos Aires, reconoce que aunque el alquiler temporario dejó de ser tan buen negocio, “cada vez más los propietarios optan por esta opción”. También afirma que los mejores clientes son los ejecutivos o “turistas de alto nivel”, que no tienen problemas con los precios. Vijoditz puntualiza que hay estudios que indican que hay unos 30 millones de personas del país vecino en condiciones de hacer inversiones elevadas en vacaciones.

José no quiere dar a conocer su apellido, pero cuenta que tiene un departamento en Palermo bien equipado y decorado. Lo alquila a extranjeros por su cuenta y da algunas claves para tener éxito sin acudir a intermediarios. “Yo a los turistas los consigo por Internet, en sitios donde los extranjeros publican cuándo y por cuánto tiempo van a estar en Buenos Aires”, añade. Dice que por su estudio (un monoambiente), se cobra entre US$650 y US$800 por mes, cifra que en un dos ambientes puede trepar hasta los US$1.200 si tiene infraestructura y servicios de alta gama, como piscina o gimnasio.

Relata que compró su estudio en US$74.500 y pagó otros US$4.000 para amoblarlo. Y destaca satisfecho que tiene una rentabilidad de un 10% anual en dólares.

En la otra punta, en San Telmo, está Gerardo (que también prefiere no identificarse), que tiene un estudio grande, muy bien decorado y con un dormitorio separado por un vidrio. Sin llegar a considerar su inversión como fracaso, su experiencia no parece ser tan exitosa como el caso anterior. “Para que un departamento temporario rinda tiene que tener una ocupación bastante buena, superior al 50%. Hay demanda, pero creo que la oferta la supera. Y además, hay que competir con los hostels, que cada vez son más”, manifiesta.

fuente: ieco Clarin

Nota dela Redaccion:
El cambio para la ciudad de Mar del Plata donde los alquileres son marcadamente estacionales, donde el turismo esta acotado al turismo interno nacional, y con gran capacidad hotelera ociosa fuera de la temporada estival hace que los departamentos preparados para los alquileres temporarios, ejemplo: www.alquilermardelplata.com, la cantidad de días ocupados se reduzca a 90 si es con suerte, la rentabilidad cae abrupta mente.

Fuente: www.sanzyordoqui.com.ar

 

La suba de expensas influirá poco en la inflación del INDEC, pero afectará a la rentabilidad en los alquileres.


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Así lo afirmó un estudio de abeceb.com, que afirmó que los alquileres resistirán un aumento debido a los mayores costos que deberán afrontar los inquilinos

La suba de expensas influirá poco en la inflación del INDEC, pero afectará a la rentabilidad <!– ­
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El 28% de aumento de salario acordado por el sindicato de encargados de edificios, que promete un aumento de expensas al menos del 12%, registrará un impacto muy limitado en el cálculo de inflación oficial ya que su ponderación es muy baja, destacó este jueves un informe de abeceb.com.

Más aún, el estudio remarcó que el peso de las expensas fue reducido con la nueva metodología a partir del cambio de base, al interpretarse que el gasto del consumidor está más vinculado a otro tipo de consumos, en particular, alimentos y bebidas.

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El IPC se construye asignándole a cada precio relevante un grado de importancia o ponderación que neutraliza o potencia los efectos de las variaciones de los diferentes productos y servicios. En este caso, expensas se clasifica dentro de la categoría “Vivienda y Servicios Básicos”, registrando un impacto del 1% que se puede considerar reducido si se lo compara con la categoría “alquiler de la vivienda” que se lleva el 5,3% de incidencia dentro del índice.

En otras palabras, desde abeceb.com ejemplificaron que si se diera hacia fin de año un escenario de 30% de aumento en expensas, el resultado sobre la inflación sería un incremento de 0,3% explicado por este fenómeno.»De esta forma, pareciera ser que no es muy relevante para el consumidor promedio un gasto adicional en el costo de su vivienda por el lado de las expensas«, opinó la consultora.

Desde abeceb.com resaltaron que «el mayor impacto se registra en la rentabilidad de la vivienda de propiedad horizontal que se ve dañada al no poder, el propietario del inmueble, elevar el valor del alquiler sobre un inquilino que tiene que afrontar un mayor gasto mensual. Sumado al hecho de que el poder adquisitivo del salario medido en términos del alquiler cayó en 2009».

Según Reporte Inmobiliario, el índice de valor locativo -que toma como referencia un departamento de 3 ambientes en Capital Federal- arrojó para 2009 un incremento del 16,5% en tiempos en los cuáles se percibe un valor de inflación real superior.

Asimismo, la misma entidad calculó que la rentabilidad de la propiedad inmueble se ubica en el orden del 3% anual con una tendencia declinante que podría agudizarse con este fenómeno de inflación creciente y alquileres con resistencia a la suba, dados los altos costos de las expensas.

De esta forma, el mayor impacto del incremento de las expensas como consecuencia de la recomposición salarial no se aprecia por el lado de la inflación sino por la rentabilidad del mercado inmobiliario.

«El propietario ve recortada su rentabilidad al no poder incrementar el precio del inmueble frente a un inquilino que debe afrontar mayores gastos», concluyó el estudio de abeceb.com.

Fuente: infobae.com

Viviendas: la compra desde “boca de pozo” seduce a los ahorristas e inversores.


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Viviendas: la compra desde “boca de pozo” seduce a los ahorristas e inversores 

 

El repunte de las propiedades y la falta de opciones de financiamiento revitalizaron el interés de quienes cuentan con dinero por sumarse a estos proyectos

 

Viviendas: la compra desde “boca de pozo” seduce a los ahorristas e inversores <!– ­
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La escasez de alternativas con buen rendimiento para el inversor vuelve a apuntalar con fuerza a las operaciones “en ladrillo”.  

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Y junto con el mayor ritmo que se dio en la compraventa de viviendas nuevas y usadas, las inversiones llamadas “de boca de pozo” -es decir, aquellas en donde éste participa desde la gestación de la obra- también han vuelto al centro de la escena.

Así lo consideran los principales desarrolladores y gestores del mercado inmobiliario, que se dieron cita en un evento organizado por la consultora especializada Reporte Inmobiliario.

Los expertos destacaron que la escalada de precios que afecta a la construcción repercutió de manera directa a la hora de efectuar desembolsos desde los cimientos. Y la suba de mano de obra e insumos fue, para los llamados “fideicomisos al costo”, un golpe casi letal.

Así, con grandes dificultades para presupuestar a largo plazo, esta forma de financiamiento, que tuvo su momento de esplendor años atrás, comenzó poco a poco a esfumarse a la par del mayor ritmo inflacionario.

Sin embargo, después de que el mercado inmobiliario mostrara señales de recuperación, con un 30% más de escrituraciones en el primer trimestre de 2010, la generación de proyectos en «boca de pozo», apoyados en esta figura, vuelven a ser muy tenidos en cuenta por aquellos que disponen de unos dólares en el colchón, guardados en años previos.

Voces del sector
Según Miguel Giambruni, de la firma Intecons, la falta de crédito y de otras opciones de resguardo del dinero terminan siendo grandes aliados para que vuelvan a cobrar vida las inversiones en boca de pozo.

En efecto, según el directivo, como la Argentina se caracteriza por una carencia histórica de financiamiento de viviendas, quienes desean comprar una propiedad, suelen optar por los fideicomisos como mecanismo para sumarse a esta alternativa de inversión.

“Hoy tenemos una economía menos previsible y no hay estabilidad de precios. Pero por otro lado, la escasez de crédito obliga a los particulares a mirar otras posibilidades para financiar una inversión”, resaltó Giambruni.

En este contexto, los expertos detallaron por qué, a pesar de la inflación que afecta al ladrillo, prevén una marcada recuperación a mediano y largo plazo.

Dificultades de previsión
El principal problema que le agregó al negocio el aumento continuo de precios viene dado por la incertidumbre que genera en el comprador el no saber cuál será el precio final a pagar, si decide volcarse a un proyecto inmobiliario al costo.

Uno de los cambios radicales en el sector es que ahora los desarrollos de viviendas –que se comercializan bajo la figura de fideicomisos- salen a la venta cuando está el 100% de las licitaciones cubiertas.

Vale decir, cuando hay certeza acerca de los fondos que se necesitarán para cubrir el mayor porcentaje de los costos de la obra.

“La preocupación del inversor es el precio final. Crecieron muchos los valores en pesos y cayó el tipo de cambio real. Esto genera incertidumbre. Entonces, lo que se hace es licitar el proyecto cuando la obra ya está por comenzar”, comentó Giambruni.

En el mismo sentido opinó Miguel Camps, de Argencons, firma que desarrolla los edificios “Quartier”, quien explicó que todos quieren “colocar” el 100% del proyecto antes de iniciar el desarrollo.

“Al achicarse los márgenes, no se puede emprender una obra y luego salir a buscar a los potenciales compradores”, resaltó Camps.

Otro de los cambios que impulsa el contexto inflacionario es el de un mayor acopio de materiales. Esto permite, al menos, fijar el 50% del costo total de la obra, y dejar el resto sujeto a los vaivenes de la economía.

De esta manera, los desarrolladores buscan acotar los riesgos y brindar una mayor certeza a los inversores.

Rentabilidad
Además de “cuestiones de organización” de los desarrolladores, otro tema importante tiene que ver con la ganancia que se alcance «punta a punta”, es decir, desde que comienza hasta que termina la obra.

Los expertos consideran que se puede lograr entre un 25 y 30 por ciento en dólares y resaltan la seguridad que ofrecen este tipo de alternativas, que se mantienen al margen de la volatilidad que afecta a otros activos.

“La rentabilidad en dólares también varía de acuerdo al proyecto. Según nuestra experiencia, oscila en una franja que va del 23% al 42%, punta a punta”, explicó Marcelo Plana, de Orlando Ferreres Fiduciaria.

Para Giambruni, la rentabilidad promedio es del orden del 25 por ciento.

Por otro lado, los expertos diferencian aquellos productos que son pensados de antemano para destinar al alquiler.  En este caso, a la rentabilidad que ofrece el emprendimiento, se le debe sumar un 12% como valor de renta bruta anual que pueden obtener los inversores.

Asumir riesgos
Aunque la inflación aporta nuevos ingredientes de preocupación a los fideicomisos, la celebración de cualquier contrato de estas características implica, de por sí, asumir riesgos asociados a la rentabilidad obtenida.

“Quien entra en este tipo de iniciativas sabe que se vende un proyecto empresario, no un departamento”, comentó Plana.

Para Camps, si bien existen riesgos, lo más importante para evitarlos es buscar la calidad y la ubicación. “Apuntamos a la alta calidad. Lo más importante es que el producto sea Premium”, resaltó el desarrollador de Quartier.

Para quien está evaluando la decisión de formar parte de un fideicomiso, hay que considerar, como mínimo, un plazo de realización de 24 meses.

Para los desarrolladores el proceso comienza mucho antes de poner el primer ladrillo. El primer paso se da con la búsqueda del terreno para generar el anteproyecto.

Encontrar el lote adecuado en Capital Federal es hoy su principal problema, especialmente por la escasez y por el alto costo, lo que deriva en una elevada incidencia sobre el producto final.

Este aspecto dio lugar a la generación de nuevos proyectos fuera de la ciudad.

Una vez localizada la tierra, la generación del anteproyecto lleva un mínimo de 4 meses, hasta que pueda ofrecerse a la preventa.

Algunas obras que están en marcha o que realizaron los desarrolladores, con la figura del fideicomiso, son:

Argencons  

  • Creador de los edificios Quartier: tiene obras en San Telmo, Las Cañitas, Colonia, Punta del Este, y Nordelta. Considera que los márgenes se achican por inflación: hoy se inicia con un promedio de u$s3.000 el metro cuadrado, cuando antes era de 2.000 dólares.

   

Intecons  

  • Desarrollador de Palermo View: es una obra de 34.000 m2 donde se invirtieron u$s35 millones. Tiene una revalorización promedio del 25 al 30 por ciento en dólares.
  • Nordelta: Faro de Portezuelo. Los directivos dan cuenta de una revalorización del 25 por ciento en dólares.
  • Edificio Intecons de oficinas: son 33.000 m2 de obra. Estiman una revalorización del 25 a 30% en dólares y una renta bruta anual por alquiler del 12 por ciento.

   

El movimiento de la demanda
Hay algunas características que se deben tener en cuenta y que agregan certidumbre a la hora de entrar en un fideicomiso al costo.

Una de ellas es conocer los mecanismos de ajustes (generalmente se utiliza un índice elaborado por la Cámara Argentina de la Construcción). Otra es saber de antemano cuál será el período de ajuste.
  

“Muchos consumidores finales apuestan a este tipo de obra y están dispuestos a pagar un porcentaje a quien se hace cargo de la gestión y desarrollo para asegurarse buenos resultados”, comentó Rozados.

En general, el plus que pagan al administrador del fideicomiso, que controla la evolución del proyecto, es del 8 al 13%, según la compañía.

Por otro lado, Rozados destacó que en la gran variedad de proyectos que existen se ofrecen cuotas de todo los valores, según el “bolsillo” del interesado.

“Hoy vemos una gran actividad en el sector, y si bien no hay ninguna garantía de rentabilidad determinada, porque cada uno tiene su propia expectativa de revalorización, son proyectos que otorgan en promedio entre 20 y 25 por ciento”, comentó Roberto Tizado, de Tizado Propiedades.

Por otro lado, explicó que es una buena forma de ahorrar y proteger el dinero.

“Mientras antes se ingrese a la obra es mayor la ganancia. Hay muchos emprendedores que en la primera etapa venden cerca del costo, para asegurarse así el mayor porcentaje para financiar el proyecto. Así, en la preventa se pueden pagar u$s1.700 y, si se deja pasar el tiempo, esa cuota puede subir a u$s2.200”, comentó Tizado.

Expectativas
Las proyecciones a mediano y largo plazo son, según los expertos, mucho más alentadoras que el presente mismo.

En la actualidad se advierte que el número de escrituras está en aumento, al igual que la actividad económica, acompañada por una aceleración de la inflación.

Este contexto hace que, a corto plazo, ante la falta de alternativas de inversión se genere un repunte de la actividad inmobiliaria.   

Guillermina Fossati
(c) iProfesional.com

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