Lamentan que por el cepo «cierren inmobiliarias»


 

Néstor Walenten, presidente de la Cámara Inmobiliaria, sostuvo en Radio 10 que «algunos locales pequeños, de barrio», sufren la caída en las operaciones. Las ventas empezaron a bajar desde octubre de 2011, cuando aplicaron las primeras restricciones cambiarias

Lamentan que por el cepo "cierren inmobiliarias"

Las restricciones y controles que aplica el gobierno nacional en el mercado cambiario está impactando da manera letal en el mercado inmobiliario, por lo que desde el sector advierten que «algunas inmobiliarias vienen cerrando» ante la caída en las operaciones.

Néstor Walenten, presidente de la Cámara Inmobiliaria Argentina (CAI), lamentó que«algunos locales pequeños, de barrio», están siendo afectados por el freno en las ventas de la «mercadería usada, el rubro más demorado y restringido», ya que muchos subsisten de las comisiones de la compraventa de estas operaciones.

«Las reglamentaciones cambiarias que se vienen aplicando desde el 31 de octubre del año pasado, generaron una incertidumbre muy grande y de alguna manera esto ha provocado el repliegue no solamente de la demanda sino paralelamente de la oferta«, afirmó el referente del sector.

En declaraciones a Radio 10, Walenten agregó que «mucha gente ha retirado la oferta de venta y la ha migrado al mercado locativo; estamos viendo un incremento de oferta en inmuebles en alquiler«.

Desde el sector consideraron que «aquellos que se han retirado de la venta se volcaron a la oferta locativa. El propietario dice: prefiero quedarme con los ladrillos y pesos no quiero aceptar, tampoco sé cuántos pesos y/o dólares cuesta mi inmueble y se retira».

En la República Argentina se estima que unas 250 mil personas están vinculadas directamente en el rubro inmobiliario.

Al mismo tiempo, Walenten alertó también sobre el freno que está experimentando el sector de la construcción. «Las obras que están empezadas seguirán su proceso normal, pero muy pocas obras están comenzando», afirmó.

Para concluir, el titular de la CIA señaló que «en el primer semestre de 2012 en comparación con el año anterior, la cantidad de metros cuadrados permitidos de construcción cayó 60 por ciento».

 

Fuente: infobae.com

Las inmobiliarias aseguran que los controles de la AFIP «alientan la fuga»


Las inmobiliarias aseguran que los controles de la AFIP «alientan la fuga»
18/07/2012 El titular de la Cámara Inmobiliaria Argentina dijo que el sector está en una situación de «desconcierto» por las restricciones cambiarias
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El titular de la Cámara Inmobiliaria Argentina (CIA), Néstor Walenten, afirmó por Radio 10 que la compraventa de inmuebles experimenta un «descenso paulatino y constante».

El empresario explicó que en el sector existe «un mayor desconcierto que el que había el 31 de octubre pasado, cuando se instaura este corralito bancario», por las indefiniciones acerca de la compraventa de propiedades en dólares, cada vez más difíciles de obtener por los controles de la AFIP.

Walenten consideró que las restricciones para que los ahorristas compren dólares destinados a una transacción inmobiliaria hicieron «mayor la retracción del mercado y mayor la fuga de capitales».

«El mercado se viene planchando del 31 de octubre y se viene agudizando, muy especialmente en los meses de mayo y junio», dijo el titular de la CIA. «En vez de alentar el mayor arraigo de capitales, y esto es indiscutiblemente la compra de inmuebles, siguen alentando la fuga», agregó.

«En ciudades como Buenos Aires, Gran Buenos Aires, Córdoba, Rosario y Mendoza, difícilmente se estén vendiendo propiedades en pesos», comentó, respecto de la pesificación del mercado que funcionarios como la presidente del Banco Central Mercedes Marcó del Pont propusieron para que el sector siga adelante.

«Las propiedades se venden en dólares y el que vende compra. Si faltan los dólares se corta la cadena«, comentó Walenten.

 

Fuente: iprofesional.com

Armando Pepe: «Con las nuevas restricciones a la compra de dólares, le dan el golpe mortal al mercado inmobiliario»


06/07/2012 El ex fundador de la Cámara Inmobiliaria Argentina Armando Pepe advirtió por la cantidad de personas que van quedar desocupadas antes de fin de año
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El ejecutivo y ex fundador de la Cámara Inmobiliaria Argentina Armando Pepe afirmó que «no podemos comprender el objetivo» de las nuevas medidas de restricción de acceso a la moneda norteamericana con fines de atesoramiento, metodología que muchos ahorristas utilizaban para comprar viviendas.

«Le están dando el golpe mortal al mercado inmobiliario«, destacó.

«No puede ser que no miren la cantidad de personas que van a quedar desocupadas antes de fin de año«, advirtió Pepe.

«Ya hay 75.000 personas de noviembre a ahora que se quedaron sin trabajo, si seguimos así, va a haber más de 300.000 obreros de la construcción en la calle», indicó el empresario redactor de Reporte Inmobiliario.

«A nadie le preocupa, menos a Gerardo Martínez (Secretario General de la UOCRA) que está en otro tema, en la interna de la CGT, no habla de los desocupados de su gremio», destacó.

Es que las trabas al dólar por atesoramiento produjeron una merma cada vez más profunda en el nivel de actividad del sector inmobiliario, estimándose en junio una caída del 70% en el rubro ventas.

«Muchas inmobiliarias están cerrando sus puertas, muchas de ellas pequeñas. Están cerrando porque no hay operaciones, el mercado está prácticamente paralizado», recalcó.

En esta clave, Pepe explicó que «últimamente se están haciendo alquileres, algunas ventas de los que tienen fideicomiso para vender en pesos desde el pozo, eso sí está funcionando».

Finalmente, en lo que refiere a nivel de precios de las viviendas, el operador inmobiliario dijo que «los precios no han bajado, se mantienen», y agregó: «Aquel que tiene los billetes dólar, se quedó esperando a ver qué pasa».

«Estamos en un tren fantasma, no sabemos qué va a pasar en la próxima curva«, sentenció.

Perspectivas negativas
El sector de la construcción y el mercado inmobiliario enfrentaron en el primer semestre del año un escenario «manifiestamente desfavorable» que se «extendería» a la segunda mitad de 2012, aunque no implicará una baja de precios abrupta, según estimó un informe de la Universidad Argentina de la Empresa (UADE).

«Está claro que durante 2012 la economía argentina ingresó en una fase de desaceleración del nivel de actividad, de lo cual estos sectores no podrían encontrarse exentos. En el caso de los servicios para la construcción, tanto la demanda privada como pública mostraron un más lento crecimiento», señaló.

El informe destacó que la actividad de la construcción en el primer cuatrimestre del año verificó «un comportamiento bastante irregular (se alternaron tasas de crecimiento mensuales negativas y positivas) que reflejó un aplanamiento para la creciente tendencia registrada a lo largo de 2011».

Además, sostuvo que en el caso del mercado inmobiliario se sumó el impacto de las mayores restricciones en la compra de dólares, lo cual «le restó liquidez al mercado en su típica moneda de cambio«.

 

Fuente: iprofesional.com

Mercado inmobiliario: por temor y falta de dólares, se evita el boleto tradicional y se va «sin escalas» a escrituración directa


01/06/2012 En la actualidad, el tiempo que transcurre entre la aceptación de una propuesta y el acuerdo final es una eternidad. En ese lapso, puede variar la cotización del blue, tomado como referencia, o surgir modificaciones en las reglas de juego. Nuevos cambios, en los «usos y costumbres»
Por Patricio Eleisegui

«El mercado inmobiliario hoy es un tren fantasma. Y nadie tiene idea de quién realmente está conduciendo la locomotora».

La frase, dramáticamente colorida, pertenece a Armando Pepe, una de las voces más escuchadas del sector, desde su rol de fundador de la Cámara Inmobiliaria Argentina.

Y hace explícito aquello que tanto los analistas como los dueños de las inmobiliarias vienen testimoniando semana a semana: los propietarios retiran sus inmuebles de la venta -al no querer aceptar pesos- los potenciales compradores prefieren sentarse sobre los dólares y los inversores se corrieron a un costado en una suerte de «wait and see» hasta ver cómo sigue la película.

Precisamente esta combinación de factores, menor oferta y menor demanda, es lo que hace que el mercado esté casi paralizado, con derrumbes en el total de transacciones que lo lleva a niveles como no se veían en 10 años.

«Este primer cuatrimestre fue el peor desde el 2002″, señala Germán Gomez Picasso, director de Reporte Inmobiliario, al tiempo que agrega que «en los próximos meses la caída se hará más marcada, de no mediar cambios».

Claro está, que este nuevo contexto en el que ahora se ve inmersa la Argentina -impensado en épocas previas a las urnas- ha hecho que se vayan modificando algunos «usos y costumbres», en pos de no perder dinero ni quedarse atrás ante el incierto escenario.

Uno de estos cambios de hábito lo da el hecho de que, en caso de que se concrete una operación de compraventa, no se firme boleto y se vaya directo a escrituración.

A la escrituración sin escalas
«En las últimas semanas, la firma de boletos es algo que casi no se da. Y así será para adelante, mientras dure todo esto y no se sepa qué va a pasar. En las pocas operaciones lo que se está haciendo ahora es hacer la reserva y pasar directamente al desembolso y escrituración», asegura Pepe a iProfesional.com.

Y agrega: «Esto sucede porque el que va a comprar no sólo está convencido de hacerlo, sino que además tiene los dólares para concretar la operación».

Los expertos del sector también destacan que –tal como están las cosas en la actualidad, con cambios que se dan de un día para el otro- pasó a ser una eternidad el tiempo que transcurre entre la firma del boleto y posterior escrituración, siguiendo las «viejas costumbres».

Las afirmaciones de Pepe coinciden con las de otros especialistas del sector, como es el caso de Miguel Altgelt, presidente de Altgelt Negocios Inmobiliarios.

«En las operaciones de compraventa ahora se va directamente a la escritura. Lo que se hace es dejar reserva y se trata de escriturar en menos de un mes. Si el inmueble está vacío, los plazos incluso se adelantan», asegura a iProfesional.com.

Alberto Forti, presidente de la desarrolladora Caepsa, aporta más precisiones en la misma dirección.

«El uso del boleto de compraventa decayó notablemente y es de esperar que con todo esto que está pasando siga en caída libre durante los próximos meses. Las menores operaciones se tratan de hacer lo más rápido posible por cuestiones de seguridad para ambas partes», señala.

Otro de los cambios, está vinculado con la aparición de un «protagonista», que hace tiempo no existía y que ahora ocupa el centro de la escena: el dólar blue.

Su cotización, su alejamiento del oficial y la dificultad para comprar billetes verdes en bancos o casas de cambio lo han transformado en el valor de referencia para ambas partes.

Al ser su precio el resultado de un mercado chico y muy fluctuante en cuanto a demanda y oferta, éste está expuesto a fuertes altibajos.

En este sentido, Forti asevera que avanzar hacia una escrituración directa -previa reserva- permite «evitar conflictos por las variaciones del tipo de cambio o complicaciones vinculadas con nuevas restricciones que puedan ir dictándose».

«Por cómo se están dando las cosas, avanzar con una reserva y posterior escrituración, sin pasar por el boleto, es el mejor consejo que puede darse en estos días», afirma Pepe.

Y señala que si ambas partes están decididas «conviene cerrar la transacción sin mayores dilaciones, para así cubrirse ante cualquier variación en el mercado cambiario».

Así está hoy el sector inmobiliario, más preocupado por las modificaciones que el Gobierno pueda establecer de manera repentina que en abocarse a buscar buenos negocios o preocuparse porque se cierren acuerdos entre la parte compradora y vendedora.

Para Gustavo Fernández, director de Emprendimientos de LJ Ramos, «saltear el boleto de compraventa no es una práctica nueva, aunque sí más entendible en estos días».

«Pasar a la escrituración directa simplifica los pasos, aligera los trámites y permite hacer más expeditivo el asunto», afirma.

Mayores exigencias
Fernández, de LJ Ramos, comenta que «el hecho de que se descarte el uso del tradicional boleto de compraventa tiene relación, también, con que estos últimos incorporan cada vez más cláusulas pensadas por los dueños de propiedades para capear los controles u oscilaciones oficiales».

«Como los inmuebles son vistos como refugios de valor, quienes venden imponen pautas que complican a los compradores, tanto en la seña, la reserva como en la forma en que se abonará la propiedad. No tienen apuro en hacer la operación, por lo cual pueden mantener sus condiciones y analizar más de una propuesta», argumenta.

Desde Reporte Inmobiliario, Gómez Picasso, destaca que el aumento del nivel de exigencias o la opción de escrituración directa no son más que respuestas al convulsionado contexto que vive la actividad inmobiliaria.

«Todo está más trabado. Cada vez se suman más condicionantes respecto de plazos, formas de pago, o si un porcentaje es en pesos, a qué tipo de cambio. Ahí entra la discusión sobre qué cotización se va a considerar. Todo es más lento y pesado», asevera.

El titular de Reporte Inmobiliario agrega que «la oferta se achica producto de propietarios que, donde huelen cambios en las reglas de juego -impulsados por el Gobierno- directamente sacan el inmueble de la venta. En estos casos, ni siquiera pasar a escrituración directa le asegura al interesado en comprar el poder acordar».

Los dólares, arriba la mesa
En otro orden, Pepe indica que a la par de la opción de esta operatoria «sin escalas», el poco espacio que habían logrado los pesos argentinos -para el caso de la comercialización de propiedades usadas- desapareció en las últimas semanas.

«El pago en moneda local es algo que quedó descartado con los últimos controles. Hoy aquél que quiere comprar lo tiene que hacer con dólares. Y quien vende también sólo acepta billetes verdes. Muy difícilmente se vaya a desprender de una propiedad para quedarse con pesos», apunta Pepe.

¿Qué pasa si el interesado hace la reserva con divisas estadounidenses y luego no logra que le cambien el resto?, preguntó este medio. «La operación termina cayéndose», responde Pepe.

«Los vendedores no quieren firmar boleto y tratan de hacer una reserva lo más chica posible», afirma Carlos D’Alessio, presidente del Colegio de Escribanos.

El notario agrega que «las escrituras están redactadas en dólares, porque esa es la forma en la que tradicionalmente se manejó el negocio de la compraventa», al tiempo que explicó que, «al no haber cambios en la legislación de fondo», quien tomó un compromiso -hace treinta o sesenta días- de pagar en moneda extranjera y dejó una seña, «tiene que cancelar el saldo en divisa estadounidense».

Respecto de la situación del mercado inmobiliario, el presidente del Colegio de Escribanos destaca que vive una «virtual parálisis», con «caídas del 25% en abril» y un panorama para mayo que puede ser igual o aun peor.

Migliorisi, socio gerente de Migliorisi Propiedades, refuerza el argumento respecto del predominio absoluto del dólar en las escasas operaciones que se cerraron durante los últimos días.

«Hasta hoy la venta es en billetes verdes. Si en algún momento la normativa cambia -o se impulsan otros marcos-, entonces habrá que pensar en cómo ajustarse a un escenario diferente», asegura a iProfesional.com.

Esta visión coincide con la de Guillermo Rivanera, vicepresidente de Tizado.

«Los vendedores sólo aceptan dólares. En el mejor de los casos se puede avalar algún pago en pesos, pero siempre que las partes acuerden el tipo de cambio a considerar», afirma el experto.

«Hoy los que venden no aceptan moneda local, es cierto. Pero en algún momento el que esté necesitado los va a tener que recibir. Ahí la cuestión será definir la cotización del dólar a considerar», concluye en diálogo con iProfesional.com Martín Dapelo, director de J Dapelo Negocios Inmobiliarios.

 

Fuente: iprofesional.com

Ladrillo «hecho polvo»: por cepo al dólar la compraventa de inmuebles toca su mínimo desde 2002 y se derrumba la oferta


23/05/2012 El panorama que describen los dueños de inmobiliarias mete miedo. Los propietarios de inmuebles no quieren vender, para no quedar «pesificados». Los que antes querían comprar, ahora prefieren «sentarse sobre los billetes». ¿Caerá el precio del metro cuadrado, arrastrado por las menores operaciones?

Por Patricio Eleisegui

Como nunca antes en la última década, dueños de inmobiliarias, analistas y desarrolladores de nuevos emprendimientos muestran caras de extrema preocupación y predicen un futuro signado de malos presagios.

Sucede que, producto del asfixiante control sobre el dólar impuesto por el Gobierno, la compraventa de inmuebles para esta primera mitad del año ya arroja una cifra que resulta ser la peor desde el 2002 a la fecha.

A muy poco de concluir mayo, los actores del sector anticiparon a iProfesional.com que el mes cerrará -en lo que hace al total de transacciones- con una baja de al menos un 30 por ciento.

Esta proyección no hace más que profundizar el declive registrado en el primer trimestre.

La imposibilidad de hacerse de dólares viene dejando una huella tan preocupante como profunda en «ambas veredas».

Por el lado de los propietarios, crece la reticencia a vender.

Por el lado de los compradores, prefieren conservar los billetes y no largarlos.

«Quienes estaban interesados en comprar ahora están esperando sentados arriba de los dólares», afirma Armando Pepe, miembro de la Cámara Inmobiliaria Argentina.

Y agrega: «Hay incertidumbre en la gente, miedo colectivo. No se sabe a dónde se quiere llegar con este cierre total del mercado cambiario».

Según Pepe, «aquel que quiere comprar dólares para ir ahorrando y así luego pensar en adquirir una propiedad, ahora se le hace imposible».

El directivo de la Cámara Inmobiliaria califica de «disparate» la idea de pesificar las operaciones y que el Estado designe a una entidad financiera pública como «veedora» para que apruebe una operación.

Más allá de la abrupta caída en el nivel de operaciones, el «corralito cambiario» redujo de manera sustancial la cantidad de inmuebles dispuestos para la comercialización.

En efecto, según dan cuentan los titulares de las distintas inmobiliarias de Capital y Provincia de Buenos Aires a una de cada cuatro viviendas ya sus propietarios le retiraron el cartel de «venta».

«Muchos de ellos, ante el temor que les genera el no poder hacerse de dólares, optan por sacar el inmueble del mercado y así viene bajando la oferta de manera permanente», asegura Jorge Toselli, director de la inmobiliaria homónima.

En igual sentido se expresa Germán Gómez Picasso, director de Reporte Inmobiliario: «El sector siempre se motorizó por inversores, que son los mismos que hoy se muestran reticentes a vender. Prefieren quedarse con el bien y ponerlo en alquiler en vez de intercambiarlo por pesos».

Dueños que retiran sus unidades y potenciales clientes que optan por «sentarse sobre sus dólares», no hacen otra cosa que ir reduciendo paulatinamente el total de operaciones a sus registros más bajos de los últimos años.

«Justamente es esta combinación la que explica por qué este primer cuatrimestre fue el peor desde el 2002″, señala Picasso, al tiempo que agrega que «en los próximos meses la caída se hará más marcada, de no mediar cambios».

Este mes, según el titular de Reporte Inmobiliario, cerrará con una baja del orden del 30 por ciento en el total de operaciones.

Para el experto, la perspectiva del mercado del «ladrillo», en el corto plazo, es todavía más alarmante. Y basa su afirmación en que a la falta de dólares se le suma el «efecto» inflación.

«El ritmo inflacionario no se detendrá y los valores de construcción seguirán mostrando fuertes aumentos. Al no cambiar los precios, y al estar los costos cerca de sus valores de reposición, esto dará lugar a una retracción aun mayor», asegura.

El peso, cada vez más rezagado
Tal como diera cuenta iProfesional.com, la irrupción casi forzada del peso logró cobrar cierto vuelo, pero sólo en las obras desde pozo.

En este caso, los desarrolladores fueron flexibilizando su postura y comenzaron a convalidar un «menú mixto».

Es decir, muchos ahora aceptan una parte del cobro en dólares (en general cerca de un 30%, para cubrir el valor del terreno) y el resto en moneda local (para afrontar gastos de materiales y mano de obra).

No obstante, en el caso de viviendas terminadas -usadas o a estrenar- el billete verde sigue siendo el protagonista excluyente.

«La situación actual es clara. Los propietarios ven cómo se está disparando el blue y más que nunca quieren dólares. Como no hay, en la mayoría de los casos rechazan las ofertas en pesos», señala a iProfesional.com Diego Migliorisi, socio gerente de Migliorisi Propiedades.

Martin Dapelo, director de J Dapelo Negocios Inmobiliarios, sostiene que el sector se quedó con muy poca «materia prima».

Así como para los bancos dicha materia prima el flujo de dinero que entra y sale, vía depósitos y créditos, para el sector de ladrillo lo es la cantidad de unidades dispuestas a la venta. Esta oferta, según precisa el experto, se desplomó.

«En el caso de las usadas, hay gente que quiere y puede comprar sólo en pesos, pero el titular del inmueble no los acepta», recalca.

Santiago Zorraquin, presidente de Estancias del Pilar, advierte que el actual escenario de freno e incertidumbre va a persistir «mientras continúe la sensación de pánico».

Y agrega que todo lo que está pasando no sólo afecta la compraventa de unidades sino, además, desalienta a muchos desarrolladores para encarar nuevas obras.

Las estadísticas parecen darle la razón: durante el primer cuatrimestre del corriente año, los permisos de construcción en la Ciudad de Buenos Aires se derrumbaron un 40 por ciento en comparación con el mismo lapso de 2011.

«El que tiene dólares no se va a deshacer de ellos justo ahora», señala el experto Carlos D’Alessio.

Derrumbe interior
Este cimbronazo y derrumbe del 30% que experimenta el sector inmobiliario en la Ciudad de Buenos Aires también se hace extensible al interior del país.

«Hay una baja de un 30 a un 40 por ciento en las operaciones que se cierran. Y las consultas cayeron un 60 por ciento. Esto va a sentir incluso más fuerte en el mes de junio», resalta a iProfesional.com Juan Martín Dahan, presidente de la Cámara de Corredores Inmobiliarios de Córdoba (Cacic).

«Los productores rurales de la zona tienden a comprar propiedades en la ciudad de Córdoba. Pero con las actuales restricciones no pueden hacerse de divisas y tampoco están dispuestos a convalidar el valor del dólar paralelo. Eso hace que se frenen todas las ventas, incluso las de campos», añade.

Salvador Distéfano, especialista de Real Estate en la ciudad de Rosario, aporta un enfoque más pesismista: «El mercado inmobiliario está parado».

«Al observar que cada vez es mayor la distancia entre el dólar oficial y el blue, al ver que no hay un plan para reducir la brecha y evitar que el billete navegue con dos precios diferentes, aquellos que pueden conservan la propiedad lo hacen, porque además saben que no se descapitalizan», añade.

En tanto, en Mendoza, los agentes de esa provincia estiman que de octubre a esta parte las operaciones inmobiliarias también acumulan una baja superior al 30 por ciento.

«El que tiene dólares hoy está pensando que si los invierte en un proyecto inmobiliario, no sabe si los va a volver a recuperar. Eso hace que se demore en la toma de decisiones», indica el presidente del Colegio de Corredores Públicos Inmobiliarios de la provincia, Santiago Debé.

El experto sostiene que, en Mendoza, el déficit habitacional alcanza las 140 mil unidades y que el problema «se viene agravando», por lo que resaltó que «hay que tener mucho cuidado con la intervención estatal».

«Cuando el Estado quiere controlar todo, termina distorsionando toda la economía», concluye.

El precio del metro cuadrado, inmutable
En 2009, el total de escrituraciones se derrumbó casi un 40%, por el temor que imprimía la crisis mundial. Sin embargo, el precio del metro «ni se inmutó».

Ahora, todo indica que sucederá algo similar, al menos en todas aquellas zonas de alta demanda.

«Los valores no han bajado», asegura D’Alessio, del Colegio de Escribanos de la Ciudad.

Picasso, de Reporte, sostiene que la falta de necesidad de desprenderse del bien por parte de los propietarios es lo que también justifica la ausencia de variaciones en la cotización de los inmuebles.

«Los precios van a seguir estables. En primer lugar, porque el ladrillo sirve de refugio y los titulares no tienen ningún apuro para vender, pero además por el hecho de que los costos de construcción treparon demasiado y están muy cerca de los de reposición. Los inversores está muy informados de todo esto y eso también incide para que no baje el metro cuadrado», indica.

«Las propiedades no caerán» pronostica Distéfano.

Y sustenta sus dichos en que «la gente que compró lo hizo como resguardo de valor y no aceptará modificaciones. Además, nadie tiene necesidad de vender ya mismo. Estamos en una aparente transición hacia un sistema con moneda local que pretende imponerse. En el camino, todos esperarán a que aclare sin hacer demasiados movimientos», concluye.

 

Fuente: iprofesional.com

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