Cuánto más económico es veranear en febrero


Cuánto más económico es veranear en febrero

En el alquiler de propiedades y carpas los precios se reducen un 30 por ciento. Además, restaurantes y hoteles lanzaron promociones. Cómo será el movimiento turístico en el segundo mes de la temporada 2010

Constanza Crotto – Mariana Gándara (Infobae.com)  

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Veranear en febrero en la Costa Atlántica tiene sus ventajas. En primer lugar, las ciudades se ponen más serenas y la gente suele estar más dispersa que en el bullicioso enero. Pero en tiempo de billeteras flacas, lo mejor de esta época es que los precios bajan de manera considerable en casi todos los rubros.

Si uno va a cualquier playa de la Costa Atlántica en estos días lo primero que percibe es que la playa está más vacía. Sin embargo, cada vez son más los que deciden armar las valijas en febrero. Desde la Cámara Argentina de Turismo se estima una llegada de turistas que marcará un record en lo que vaticinan que será «la mejor temporada de los últimos tiempos».

Según adelantó la entidad, existe entre un 10% y un 15% más de turistas con relación al año anterior gracias a la campaña de promoción y a los diferentes eventos que se realizan para atraer al turismo. Por ejemplo, Mar del Plata será sede de los primeros festejos del Bicentenario, de la Fiesta Nacional del Mar, los Premios Estrella de Mar y la Regata de Grandes Veleros, que tendrá lugar entre el 22 y el 26 de febrero.

Los precios de febrero son más bajos que los del mes anterior. Oscar Gonnet, dueño de una de las inmobiliarias más importantes de La Feliz que lleva su nombre, señaló que los precios descendieron entre un 20 y un 30 por ciento.

Un departamento para una familia tipo cuesta alrededor de $1.500 por quincena y uno de dos ambientes se paga entre $180 y $190 por día, con un mínimo de cinco días.

«Febrero es un mes que viene de mayor a menor. Por ahora tenemos un 60% reservado«, explicó Gonnet y aseguró que en este mes los turistas realizan estadías cortas, de cinco o siete días.

El dueño de la inmobiliaria explicó que los operadores realizaron programas especiales para tentar el consumo y que los resultados fueron buenos. «Hacemos todo lo posible para abaratar los costos y logramos que muchos de nuestros clientes que venían en enero se pasen a febrero. Fueron varios años de promociones».

Si bien estimó que para marzo todavía «falta», aclaró que los precios bajan aún más. «Un departamento para una familia tipo cuesta dos mil pesos para una quincena en enero, mil quinientos pesos en febrero y mil en marzo», dijo.

En Pinamar, un departamento ubicado a seis cuadras de la playa y siete del centro para una familia tipo, que durante todo el mes de enero costaba entre 7.000 y 10.000 pesos, la tarifa se reduce en un 30% del total.

La “sombra” también baja de precio. En Miramar, una de las ciudades más visitadas de la Costa, los precios también se reducen en febrero. En el balneario “Cacho” los precios descienden casi a la mitad. La carpa que en una quincena de enero salía $2.100, en febrero cuesta $1.100. Lo mismo sucede con las sombrillas, que en las quincenas de enero costaban casi mil y ahora $480.

En relación a la hotelería, la disminución de los precios es relativa. “Algunos mantienen sus precios, otros bajan un poco para febrero y otros recién para la segunda quincena. También se hacen convenios con agencias para reducir los precios y hay promociones familiares según los días”, señaló Daniel Suffredini, presidente de la Asociación Empresaria Hotelera Gastronómica de Mar del Plata, a Infobae.com.

Según detalló, las reservas hoteleras para los primeros días de febrero han aumentado pero a lo largo del mes la ocupación irá cayendo “bastante”. “Hay mucha reserva espontánea. Los picos de fin de semana es algo que se viene dando en las últimas temporadas y en la semana baja un poco, ya no es tan estable. También va a depender del clima”, detalló.

En lo que respecta a los restaurantes, los precios no varían. “No se manejan con precios de temporada. En los lugares turísticos se ven los aumentos de una temporada a otra”, explicó Suffredini.

En ese mismo sentido, Ricardo Roza, presidente de la Asociación Argentina de Agencias de Viajes y Turismo, resaltó que las tarifas no varían ya que no tienen incrementos por las temporadas sino por los insumos. “Lo que si empieza a aparecer es las promociones y hay más posibilidad de acceder porque hay menos gente”, consideró.

Además resaltó que las ofertas también estarán presentes en los pasajes aunque advirtió que para obtener una buena tarifa hay que sacarlos con anticipación.

fuente infobae.com

El día de playa se adapta a cualquier economía familiar. Precios para todos los bolsillos en La Feliz MAR DEL PLATA


 (Enviados especiales).- Veranear en Mar del Plata, como en cualquier destino de la costa, ubica el epicentro del descanso en la playa. Ya sea alquilando una carpa con todas sus comodidades o tirando una toalla cerca de la orilla para asentar campamento, la periódica visita al mar está en la agenda de todo turista. Los números oficiales indican un aumento del 15 por ciento en relación a la temporada anterior, más allá de que en el sector inmobiliario se habla de un precio similar en cuanto al valor de los alquileres de departamentos. En el rubro donde se advierte un alza sensible es en el gastronómico, donde por ejemplo “el vino y el pescado han sido los productos que más incrementaron sus valores”, cuenta Fernando, titular del tradicional restaurante City (de Alberti y Arenales). En esa zona, el traslado de la terminal, lejos de constituir un problema “es algo que nos favorece porque se generará otro movimiento, muchos más rentable para los comercios”. Es indispensable, entonces, afilar el lápiz y empezar a hacer cálculos para delinear el presupuesto necesario para esta actividad sagrada que, como en todos los casos, también ofrece un abanico que se adapta a todos los bolsillos. Un regio día de playa depende de la actitud, la compañía y el entusiasmo de cada turista y no del poder adquisitivo. Es así que, con 3,20 pesos para el viaje ida y vuelta en colectivo (sólo se puede viajar con tarjetas que se venden y recargan en los kioscos), más las provisiones indispensables para el mate (con un paquete de bizcochos), un mazo de cartas para el truco o los dados para la generala, uno puede tirarse sobre el toallón cerca del mar y disfrutar de un día a pleno. La pelota puede incorporarse siempre y cuando haya disponibilidad en la mochila. Ahora bien, si uno quiere empezar a darse unos gustos, la cosa empieza a cambiar. La docena de churros al paso del churrero, se ubica en los 10 pesos; propuesta que aparece más tentadora que los saludables choclos que en esta temporada han trepado hasta los 8 pesos, mientras que los panchos (extra large) se valúan en 8 pesos. La lata de gaseosa, en ese recorrido, no baja de los 5 pesos. Waffles a 6 y licuados a 8, ya forman parte de excesos lujosos, lo mismo que un clericot (30 de sidra y 45 de champagne) destinados al festejo tras una noche gloriosa en el casino. Alquilar una carpa con capacidad para seis personas por todo enero en el Parador B-12 o en Ulises, los más caros de Punta Mogotes, cuesta 4.000 pesos (a razón de 22 pesos diarios por cabeza). Y en estos balnearios los servicios incluyen pileta de natación, vestuarios, gabinetes, clases de gimnasia, entretenimientos para los más chicos y, en el caso del B-12, sauna, hidromasaje, baño finlandés y canchas de fútbol y tenis. “Nosotros subimos los precios del alquiler de carpas -cuenta Augusto Digiovanni, titular del ya legendario Balneario Doce de Mogotes- pero igual hemos vista desbordada nuestra capacidad. Lo que habla de una muy buena temporada en cuanto a la afluencia de público y su consumo”. No ocurre lo mismo en Playa Grande donde el servicio es menor pero el precio del alquiler mensual de una carpa trepa a los 5.000 pesos. Y ya si uno encara para el lado del Sur, el Complejo La Reserva, que con su bosque se transforma en uno de los puntos más vistosos y naturalmente atractivos de la franja costera, tiene precios selectivos que trepan hasta los 14.000 pesos mensuales (con el estacionamiento incluido). En cambio, un poco más al Sur, hay balnearios desprovistos de servicios mínimos como el vestuario (para la ducha pos-playa) que igualmente tienen una oferta mensual elevada que alcanza los 4.000 pesos. Por último, no hay que desatender el tema del almuerzo de rigor para los que van temprano a la playa. De hecho, todo aquel que alquiló carpa (por día, quincena o mes) es obvio que buscará aprovechar íntegramente la jornada por lo que alrededor de las diez de la mañana la gente empieza a llegar y, la mayoría, lo hace con su vianda que, en ocasiones llega hasta la heladerita con la bebida, empanadas, tartas, sandwiches o distintos recursos que, los más acaudalados reemplazan almorzando en los restaurantes de cada complejo en valores que no bajan de los 50 pesos por cabeza.

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