Mar del Plata ya se prepara para una temporada récord El desafío para este verano es pasar la barrera de los cuatro millones de turistas


DIAGONALES /  El desafío para este verano es pasar la barrera de los cuatro millones de turistas

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Esperanzada en tener una temporada récord en todo sentido, Mar del Plata espera la llegada del verano convencida de que será una vez más la capital nacional del turismo. Para eso, se trabaja con prisa y sin pausa, en toda la lavada de cara indispensable para una ciudad que ya vivió sus «pequeños veranos» durante cada uno de los fines de semana largos que hubo en el nuevo esquema de feriados dispuestos por el Gobierno y que espera el aluvión nacional que llega ahora a partir de las fiestas de fin de año.

Por eso no extraña ver la limpieza de los edificios del Casino y del Hotel Provincial, el armado de los balnearios privados que empiezan a tomar forma en las playas, el asfaltado de las principales calles céntricas y la remodelación de los cruces de la Peatonal San Martín. Todo a casi dos meses del inicio de la temporada que, al igual que los últimos dos o tres años, empezará con los turistas llegando antes de Navidad, ganando la última semana de diciembre casi como temporada alta.
En aquel contexto, los marplatenses saben que desde la región de La Plata llegará un número muy estimado de visitantes. Sin datos oficiales, ya que no hay un registro estricto de la procedencia de los turistas, el Ente Municipal de Turismo del partido de General Pueyrredón (EMTUR) estima que este verano serán más de 100 mil los platenses que viajarán en la Feliz.

La temporada se abre más que interesante para Mar del Plata, como cabecera de lo que seguramente pasará en toda la Costa Atlántica, desde San Clemente hasta Monte Hermoso. Con un atractivo nada despreciable: no se espera un alza desmedida de los precios, oscilando la misma en un 20% para todo lo que sea propiedades y apenas un 10% en el rubro gastronomía. Otro dato alentador: la variada oferta marplatense permite las vacaciones a toda orquesta o al mejor estilo gasolero argentino.

CRECIMIENTO. La expectativa es mucha en todo lo que rodea al turismo marplatense. Hoteles, inmobiliarias, restaurantes, bares y comercio en general saben que los dos meses de verano son el colchón sobre el que después se duerme durante todo el año. Pero Pablo Fernández, titular del EMTUR, tiene una visión distinta: «Es verdad que el verano representa un flujo de turistas que en número no se da en otros momentos del año, pero el esquema de feriados largos nos ha dado una nueva perspectiva ya que la afluencia de gente es muy fuerte y eso le ha dado a la ciudad, como felizmente a otros destinos turísticos del país, un movimiento muy grande que sumados a los dos meses de verano nos brinda una excelente perspectiva turística durante todo el año».

Se sabe, sin embargo, que el verano es el verano. Y mucho más para una ciudad marítima como Mar del Plata aunque, claro está, no puede endilgársele a esta ciudad solamente el atractivo de sus playas. Por eso se espera un salto cuantitativo importante. Lo explica Fernández: «El crecimiento en los últimos años estuvo en el orden del 4 o 5% aproximadamente, lo cual en materia turística es un crecimiento importante cuando se habla de cifras globales de temporadas o años. Ese es el piso para la temporada que se viene. Pero además, se refleja la importancia que tiene el crecimiento del turismo extranjero que fue de casi un 13% en el verano pasado, porque estamos diciendo que tenemos muy buen crecimiento en materia de turistas argentinos y ese número ha sido triplicado por el crecimiento de turistas extranjeros».

El año pasado ingresaron a Mar del Plata 3.783.502 turistas y el desafío para la inminente temporada es pasar la barrera de los cuatro millones. No parece para nada descabellado. Para ello, hubo una fuerte concientización del empresariado marplatense, a fines de que mantengan los precios todo lo posible de manera de generar un atractivo más y que el turismo no elija otras opciones más accesibles.

LOS PRECIOS. Es siempre el tema clave a la hora de armar una salida de vacaciones, aunque al mismo tiempo, la idiosincrasia del argentino que vacaciona no lo torna un elemento disuasivo: en todo caso, se ajusta al presupuesto, pero se toma sus días frente al mar.

Para la temporada que se avecina, el Colegio Público de Martilleros y Corredores Públicos de Mar del Plata recomendó un tope del 18% como incremento de los alquileres estaciones respecto al verano pasado. Si bien es sólo un indicativo, las proyecciones y las reservas ya realizadas indican que los aumentos no superarán el 20%.

Se manejan valores promedio de 1.500 pesos la quincena de un monoambiente, 2.000 para departamentos de un dormitorio y de 3.000 para uno de dos habitaciones. Para los que prefieran una casa, los valores parten de 3.500 y de acuerdo al barrio y las comodidades, pueden llegar a los 10.000 ó 15.000 pesos la quincena. Hay que calcular que la primera de enero podría acarrear un pequeño incremento estacional no superior al 10% de esas cifras.

«No hay motivos para superar estos aumentos y quienes lo hagan, porque éste es un mercado desregulado, corren el riesgo de no alquilar sus propiedades porque la construcción se reactivó de manera notable en los últimos años y la oferta es muy amplia y variada», explicó Miguel Ángel Donsini, el titular de los martilleros marplatenses.

En cambio, la propuesta hotelera se mantendrá casi inalterable respecto al verano de 2011, con tarifas que se repetirán. Las 55.535 plazas disponibles en la ciudad, la más alta en todo el país, proponen una oferta multicolor y también para todos los estamentos socioeconómicos.

Habrá plazas disponibles desde los 80 pesos la noche hasta los precios más caros de los hoteles cinco estrellas, que pueden llegar a 5.000 pesos la noche en una suite ejecutiva. En el medio de estos precios, un sinfín de ofertas y variedades que tienen un denominador común: no serán superiores a los de un año atrás. Esto explica porqué, en algunos casos, el nivel de reservas trepa ya al 80%, número que quedó graficado después del último fin de semana largo.

Otro rubro siempre interesante es el del alquiler de carpas y sombrillas. Aquí también habrá un incremento promedio del 20% respecto al pasado verano, con precios que oscila en 150 y 100 pesos por día, respectivamente; en 4.000 y 3.000 por mes; y en 7.000 y 5.000 por toda la temporada. Claro que esto depende de cada balneario, siendo los más caros los ubicados más allá del faro de Punta Mogotes, siguiendo por los de Playa Grande, la Perla y finalmente los balnearios de las playas céntricas.

Finalmente, los restaurantes ofrecen variedad y calidad. Así, se prevé que se podrá comer desde unos 50 pesos en un tenedor libre accesible, hasta propuestas de mayor valor, con menú a la carta, que oscilaría en unos 100 pesos por persona.

CIUDAD TURÍSTICA
Mar del Plata es, después de Buenos Aires, la ciudad turística más importante del país. Tiene más de 55 mil plazas hoteleras y cada verano su población puede aumentar hasta un 300%.

BOCA-RIVER: SUSPENDIDO
El clásico que cada verano juegan Boca y River en Mar del Plata sería suspendido “por razones de seguridad” hasta tanto River regrese a la Primera A, según trascendió hace unas semanas.

 

fuente: el argentino

Acceder a la primera vivienda en Mar del Plata, cada vez más utópico


edificios en Playa Grande. Puntonoticias

Abundan en Mar del Plata las inversiones inmobiliarias para el denominado sector ABC1 (mayor poder adquisitivo). Los desarrolladores apuntan los inmuebles premium a un cliente que no necesita créditos.

Las empresas constructoras y los inversores siguen ampliando la oferta de edificios de lujo donde los precios de cada unidad resultan inaccesibles para el común del marplatense, a lo que se debe sumar las pocas ventajas que otorgan los bancos para obtener un crédito hipotecario.

En declaraciones a Radio La Red (FM 91.3), el martillero Alejandro Acámpora coincidió en que resulta toda una utopía llegar a la primer vivienda en Mar del Plata.

“No estamos ajenos a lo que pasa en el resto del país, pero Mar del Plata es una ciudad que recibe por año muchas familias que vienen a radicarse y la falta de un crédito que ayude a llegar a la primera vivienda condiciona aún más esa situación”, expresó.

Acámpora resaltó que existe un déficit aproximado de tres millones de viviendas en todo el país y un buen porcentaje corresponde a nuestra ciudad.

Más adelante, consignó que las líneas de crédito no sirven para la clase media, ya que se necesita calificar con ingresos muy altos y Mar del Plata no tiene los mismos ingresos que en Capital Federal donde los costos de vida son mucho más altos.

“Todos estos planes nacen en las casas matrices y toman el parámetro del lugar donde lo ponen en marcha y no se tiene en cuenta que en el resto del país las condiciones son distintas”, remarcó.

Como contrapartida cada vez hay más beneficios para obtener un automóvil cero kilómetro, reflejando que se han desvirtuado las prioridades donde antes, primero, estaba el techo y luego el auto.

Al respecto, el profesional inmobiliario comprendió que la gente se encuentra en una situación en la que ve que no llega a una casa “y con el poco dinero que tiene por temor a que se desvalorice lo invierte en bienes de consumo como autos, motos, plasmas o computadoras portátiles”.

En referencia al nivel de construcción de edificios de alta gama, Acámpora señaló que “el ladrillo es la opción preferida del gran inversor y los desarrolladores están orientando los inmuebles premium a ese cliente que no necesita créditos, sino que busca resguardar el capital que tiene e invierten en una propiedad desde el pozo, pagar en cuotas al menos durante dos años que dura la construcción y de mantener el valor de su capital, actualizarlo y además después tener una renta”.

Por: Gonzalo Patrone
PUNTONOTICIAS
Radio La Red FM 91.3

Mar del Plata, destino de inversiones


La ciudad, además de ser el destino elegido por millones de turistas, se enfrenta al desafío de consolidar su crecimiento para recibir empresas y garantizar más fuentes de trabajo.

por Alejandro Aníbal García (*)

La semana pasada tuvo lugar en Mar del Plata el 47° Coloquio Anual de IDEA en donde el gobernador Daniel Scioli, destacó la importancia de sostener el modelo de desarrollo económico y social logrado en Argentina en los últimos años frente al contexto de crisis generalizada en Europa y Estados Unidos.

El desafío de la provincia en los próximos años será promover una mayor industrialización del interior de la provincia, hecho que involucra directamente a Mar del Plata al ser la principal ciudad de dicha región. No solo en cantidad de habitantes, sino que también en cuanto importancia económica, luego del conurbano bonaerense y La Plata.

La provincia de Buenos Aires implementará a través del Plan de Regionalización, una revolucionaria reforma de su estructura de gobierno, con el objeto de impulsar y equilibrar el desarrollo social y económico de sus localidades. Buenos Aires cuenta con 15 millones de habitantes distribuidos en 30 millones de hectáreas. Su producto bruto geográfico es de 140.000 millones de dólares, casi el 40% del total de los bienes y servicios producidos en el país. Sin lugar a dudas, Mar del Plata va a tener un rol estratégico para consolidar el futuro desarrollo del interior de la provincia.

Lo que le importa a la Argentina

La agenda económica internacional que interesa al país está focalizada en tres grandes ejes: el impacto que puede tener en Argentina la crisis financiera que está castigando a Europa y Estados Unidos, la influencia en la economía nacional de la inserción de Asia (con China a la cabeza) en el circuito económico mundial y, el desempeño de nuestro principal socio comercial: Brasil, cuya moneda viene experimentando un sostenido proceso de devaluación.

La importancia de países asiáticos tales como China e India, más allá de sus titánicas cifras demográficas, afecta de manera directa al sistema productivo mundial dado que se están incorporando a diario miles de trabajadores. Estos últimos poseen una alta calificación y son capaces de producir gran parte de productos y servicios tradicionalmente de «Occidente» a un costo muy inferior. La falaz creencia popular de que «lo oriental» está asociado a la baja calidad de un producto, es cada vez más difícil sostener. La realidad nos indica que son capaces de generar mejores productos y servicios, a un costo excesivamente menor. Por otro lado, dicha expansión genera un incremento de la «clase media mundial», concentrada anteriormente en Occidente. En los próximos años habrá que satisfacer las demandas, no solo de alimentos, de una clase ABC1 oriental. Turistas incluidos, hecho que Mar del Plata debiera empezar a considerar.

Gran parte del crecimiento de los próximos 20 años estará impulsado por el que experimenten países como China, India, Brasil, Indonesia, Rusia, México, Egipto, Turquía y Taiwán. Entre estos, encontramos dos actores estratégicos en la economía local como son: Brasil y China.

En la actualidad, hay que apostar a la complementariedad económica con Brasil y Asia. Como coinciden muchos analistas: Argentina puede ser a Brasil, lo que Canadá es a Estados Unidos. La devaluación del real en alrededor de un 20% respecto al dólar en los últimos dos meses, sumado al déficit bilateral acumulado a septiembre de 4.501 millones de dólares, se presenta como una amenaza temporal en el corto plazo. Sin embargo, debemos considerar que se estima que la clase media brasilera pasara de 79 millones de consumidores en 2003 a 143 millones en 2014. El incremento del mercado interno brasilero y asiático es la llave de la expansión económica argentina a futuro.

Mayor producción y trabajo local

La estructura productiva argentina se enfrenta al desafío de lograr su «independencia económica» respecto a la importación de ciertos bienes intermedios y de capital, como así también de otros productos, que bien pueden ser producidos en el país. Las inversiones extranjeras no deben ser consideradas una amenaza, en la medida que se direccionen a generar asociaciones estratégicas que no desplacen la industria nacional sino que la potencien. La calidad de los recursos humanos, y la diversidad de recursos naturales que posee el país, se presenta como una ventaja comparativa que pocos destinos poseen. La cantidad de bienes y servicios producidos en Argentina se estima cercana a los 350.000 millones de dólares. En 2010, el país exportó por 70.500 millones de dólares. En el 2020 el Plan estratégico Agroindustrial se puso como meta exportar al mundo productos por una cifra de 100.000 millones de dólares.

Los anuncios de inversiones en el país difundidos por el Ministerio de Industria de la Nación la semana pasada, resaltaron que entre enero y setiembre del 2011 se informaron casi 20.000 millones de dólares en inversiones destinadas a incrementar la infraestructura productiva, como así también nuevos proyectos. La provincia ha hecho grandes avances con la ley de promoción industrial generando incentivos fiscales, el impulso de los microcréditos para el desarrollo de pymes, entre otras obras públicas destinadas a mejorar la infraestructura en materia productiva, logística vial, portuaria, turística, energética, educativa y sanitaria. La cantidad de obras públicas en la ciudad y la zona, son prueba de ello. El Parque Industrial General Savio con sus más de 60 empresas radicadas, se presenta con un gran potencial. Del mismo modo es necesario apoyar el desarrollo del sector frutihortícola y agropecuario, como la industria textil, pesquera, naval, alimenticia y tecnológica.

En los foros internacionales como el G-20, se coincide en algo: la clave para enfrentar la crisis es garantizar el trabajo y la inclusión social, más allá del crecimiento de cada país. Argentina con el modelo de asignación universal por hijo, es un caso destacado al respecto. El aumento de producción de bienes y servicios que se traduzcan en empleo, es la mejor manera de evitar cualquier crisis, erradicar la pobreza, garantizar la seguridad ciudadana y mejorar el futuro de las próximas generaciones de marplatenses.

(*): Licenciado en Economía

Qué precauciones tomar a la hora de comprar un inmueble


El potencial comprador deberá buscar algún asesoramiento profesional mayor al que le pueda dar el responsable del emprendimiento o la inmobiliaria que promociona la obra.

Las precauciones que debe tomar cualquier inversor siempre son necesarias a la hora de comprar un departamento usado como también a estrenar, lo mismo que si la operación se realiza en el pozo, esto es, cuando la obra apenas ha comenzado y habrá que esperar más de un año hasta la esperada posesión del inmueble.

En estos casos, el potencial comprador deberá buscar algún asesoramiento profesional mayor al que le pueda dar el responsable del emprendimiento o la inmobiliaria que promociona la obra.

Cuando se busca invertir en una propiedad a estrenar, no sólo deben analizarse sus características técnicas, los materiales de construcción que serán utilizados, la distribución de los ambientes y los servicios comunes prometidos (piscina, sauna). Es aconsejable tener una idea de quiénes son las empresas que están detrás del emprendimiento.

Si se opta por comprar una propiedad a estrenar, el primer recaudo que se debe tomar es leer detenidamente el boleto de compraventa y hacerlo leer por algún asesor letrado. Es fundamental analizar la posible letra chica de ese documento. De ese modo, el comprador podrá descubrir si, además del precio final de venta, también debe oblar otros conceptos que a veces se incluyen, tales como un porcentaje del precio por gastos de equipamiento o por fondo de reserva.

Cuando llegue el momento de la escrituración y de la posesión, hay que visitar la unidad cuantas veces sea necesario con el fin de verificar personalmente las medidas y detalles de terminación de la propiedad, sin olvidar una mirada atenta de las partes comunes del edificio. Al aproximarse la fecha de la escritura traslativa de dominio, debe exigírsele al escribano interviniente que le remita una copia anticipada del modelo de escritura, junto con el reglamento de copropiedad y administración que se suscribirá

 

fuente: diario la capital

Los inversores apuestan fuerte a las viviendas de alta gama


8:55 | Los operadores inmobiliarios dicen que se están vendiendo departamentos de entre 500.000 y hasta un millón de dólares en la costa. Los Troncos es otra de las zonas más buscadas para adquirir propiedades de lujo.

En la costa el metro cuadrado cuesta entre 2.000 y 3.000 dólares.

Tras el notorio repunte generalizado de la construcción en 2010, y a pesar de las previsiones optimistas para lo que resta de este año, los desarrolladores inmobiliarios están cambiando el foco del negocio. Hoy, las constructoras apuestan fuerte por las viviendas de alta gama en barrios muy bien ubicados y con vista al mar. No es para menos: los operadores del sector dicen que se están vendiendo departamentos de entre 500.000 y hasta un millón de dólares en la costa. Un panorama similar se vive en Los Troncos, otra de las zonas más buscadas por los inversores para adquirir propiedades de lujo.

El presidente del Colegio de Martilleros, Miguel Angel Donsini, dijo que el mercado inmobiliario de alta gama registró «un buen» nivel de ventas en lo que va del año en Mar del Plata. «El ritmo de operaciones fue sostenido y parejo. La gente sigue apostando fuerte al ladrillo», afirmó.

En la misma línea, el arquitecto Marcelo Martínez -director de la empresa constructora Imasa- sostuvo que la venta de propiedades lujosas se mantiene a buen ritmo. «La construcción nunca ha dejado de ser una buena fuente de inversión. La gente prefiere invertir en ladrillos antes que poner la plata en el banco», aseguró.

La costa -donde el metro cuadrado cuesta entre 2.000 y 3.000 dólares- es la zona en la que se venden más departamentos de alto valor. «Desde Juan B. Justo hasta Constitución las propiedades ofrecen una linda perspectiva del mar y buenas visuales», señaló Martínez. Y enseguida agregó que Güemes es otro de los lugares más buscados por los inversores.

Los desarrolladores y arquitectos compiten por atraer a este sector con gusto sofisticado y exigente. Una vivienda de alta gama debe cumplir condiciones de excelencia: buena ubicación y diseño arquitectónico, materiales, construcción y terminaciones de calidad; instalaciones frío-calor con climatización sectorizada por ambientes (volumen de refrigeración variable); sistema central inteligente para iluminación y seguridad. Además, en los edificios se incorporan los espacios comunes de servicio y esparcimiento (también llamados amenities), como salón de usos múltiples, gimnasio, piletas de natación climatizadas, hidromasajes, sauna y ducha escocesa, salas de lectura, internet y hasta cancha de tenis.

Comprar desde «el pozo»

Con el impulso que cobró la construcción en los últimos tiempos, el negocio de comprar propiedades desde «el pozo» y venderlas antes de que estén terminadas, está generando una rentabilidad interesante. Es el caso de inversores que compran departamentos incluso antes de que las obras se hayan iniciado. A veces como opción de ahorro a 2 o 3 años y otras para vender las unidades antes de que finalice la obra, a un precio mucho más alto del que se pagó al ingresar al negocio.

«Hoy, casi todos los proyectos se están vendiendo con el sistema de preventa desde el pozo: es el modelo que está sustentando la construcción. Al menos a nosotros nos ha surtido un gran efecto», dijo el arquitecto Martínez. Además explicó que «comprar desde el pozo es una forma de ganar más al invertir en inmuebles porque estás comprando más barato. En este momento estamos con un emprendimiento que fue vendido en un 30% antes de arrancar la obra. A medida que fue avanzando la construcción se han ido vendiendo más unidades. La venta desde el pozo sale con algunos valores rebajados de lo que va a ser la oferta final y eso para la gente es un elemento de atracción importante a la hora de invertir».

El negocio empieza desde la elección del terreno. El dueño de la tierra es habitualmente remunerado mediante dos formas: con metros cuadrados terminados o haciéndolo participar dentro de la actividad del desarrollista o constructor.

Después, la prioridad es buscar el dinero para edificar. Se plantea un esquema de preventa, se van vendiendo las unidades y van entrando compradores que van haciendo aportes a través de cuotas, según el avance de la construcción.

«Generalmente el desarrollista espera a tener una masa de dinero ‘controlada’ o una cantidad de inversores que todos los meses pagan la cuota de una unidad para lanzar el emprendimiento», explican los especialistas. Mientras tanto, se invita a inversores típicos inmobiliarios a que participen, comprando unidades en la preventa que al final de la obra van a tener un revalúo.

La compra de propiedades desde «el pozo» para su posterior venta es una práctica tradicional en el mercado inmobiliario y en promedio ofrece una rentabilidad que oscila entre un 20 y un 30 por ciento. Esto depende de la zona donde está el proyecto, de la valuación de la propiedad y del estado de la obra cuando el inversor decide vender. El dato más llamativo es que ahora esta modalidad se encuentra mucho más generalizada. «Aunque parezca un poco extraño hoy tenemos más compradores que buscan propiedades como inversión y que apuestan a comprar una unidad que todavía está en obras para después revenderla cuando se estrena», coinciden en las empresas constructoras.

Los analistas explican que si el negocio no sale tan bien, porque no se produce un revalúo importante de la propiedad, igual la inversión es interesante, «porque implicó un riesgo muy bajo y habrá sido una inversión segura» en ladrillos.

«Lo importante es participar sólo en proyectos bien estructurados, en los que el desarrollista sea confiable», aconsejan los especialistas. Porque también existen riesgos: uno es que se complique el negocio porque una de las partes se retira o se parta de un supuesto muy optimista de preventa y el proyecto comience cuando no esté garantizada la preventa. Otro es entrar en el negocio con un valor demasiado ajustado y que se achique demasiado el margen del desarrollista.

 

Crédito escaso

 

La forma de hacer negocios «desde el pozo» se utilizó mucho en los años 70 y 80, cuando el acceso al crédito era escaso. Ahora vuelve porque, a pesar de que existen líneas de crédito, muchas familias no acceden a ellas.

 

fuente: diari la capital

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