Después de dos meses de receso se reanimó la plaza inmobiliaria en mayo


El relevamiento mensual del Colegio de Escribanos de la Ciudad de Buenos Aires acusó en el quinto mes de 2011 una clara recuperación tras la caída de abril.

Después de dos meses de receso se reanimó la plaza inmobiliaria en mayo
El relevamiento mensual del Colegio de Escribanos de la Ciudad de Buenos Aires acusó en el quinto mes de 2011 una clara recuperación tras la caída de abril. En comparación con mayo de 2010 mostró un aumento de 6,8%. El promedio de las operaciones fue equivalente a 93 salarios medios del sector privado formal.

En mayo se concretaron en la Capital Federal 5.515 operaciones de compraventa de inmuebles, por un monto total de $2.164,2 millones, que se elevó en 13,4%, y un valor promedio por transacción de $392.425, equivalente a u$s96.183, al tipo de cambio medio del mes de $4,08 por dólar que informó el Banco Central.

Dichos valores promedio por operación representaron sendos incrementos en comparación con un año atrás de 6,2% en pesos y 1,5% en el equivalente en dólares, los cuales resultaron los más moderados desde abril de 2009 en el primer caso y desde octubre de ese año, en el segundo.

«El aumento medio del valor de las transacciones fue considerablemente inferior al que reflejó el Indec en relación con los salarios de la economía en su conjunto y el costo de construcción de viviendas en propiedad horizontal. De este modo, el monto medio de las transacciones representó ahora menos del equivalente a 92,7 salarios, constituyendo la menor relación desde febrero de 2009», explica el informe de los notarios.

Refugio de inversores y de nuevos hogares

Las escasas opciones de inversión de bajo riesgo con rendimientos atractivos y la dinámica que mantienen los ingresos de la población asalariada se conjugaron para reimpulsar el mercado inmobiliario, aunque aún persiste lejos de los registros máximos de fines de los noventa.

«Así como la modesta declinación de la actividad en abril no parece haber respondido a algún cambio en las condiciones del mercado, dado que no se evidenciaron acontecimientos macro y microeconómicos explicativos, también en la reacción posterior no surgieron factores relevantes», observa el Colegio de Escribanos.

Entre enero y mayo de 2011 se concretaron 22.763 actos escriturales, por un monto global de $9.314 millones. En el primer caso se trató del nivel más alto desde 2008, mientras que en el segundo marcó un récord histórico en términos nominales en pesos. Incluso, en el equivalente en dólares se superó en 9,9% la marca máxima que para los primeros cinco meses del año se anotó en 1998, al ascender a u$s2.306,8 millones.

FUENTE: Infobae

Alquileres ya se pactan con un 20% de suba (mínimo)


Comercios usan un índice «a prueba de INDEC» (con productos que venden) para indexar contratos.

Alquileres ya se pactan con un 20% de suba (mínimo)
Hace un año, un 20% de ajuste era el techo, hoy es el piso. Los alquileres de viviendas ya contemplan, sin excepción, ese nivel de aumento para el segundo año de contrato. Es lo que se estima en el mercado que será como mínimo la inflación en 12 meses y la forma que tienen los propietarios de resguardarse de la suba de precios general. En los alquileres de locales, la inflación también modificó algunas características de los contratos. Ahora se pactan aumentos atados a la evolución del valor de un producto que el comercio vende, una condición que parecía justa pero hoy trae controversia entre inquilinos y propietarios. Mientras los dueños de los espacios quieren tomar como referencia productos que reflejen el aumento del costo de vida real, quienes alquilan prefieren elegir mercadería controlada por «precios oficiales», para evitar subas.

«Todo el mercado tomó conciencia de que es así, que la inflación es una realidad con la que vivimos, que de menos del 20% no se puede hablar», dijo Néstor Walenten, presidente de la Cámara Inmobiliaria Argentina, a este diario. Sucede que el año pasado, todavía en algunos contratos residenciales se establecía que el alza que tendrían las cuotas del segundo año de alquiler sería del 15%. Pero eso ya no pasa. «Incluso -explica Walenten-, el ajuste podría ser mayor al 20% que consensuamos. En cambio sabemos que los valores de los alquileres no corren al mismo ritmo que otros precios, menos como los salarios que en paritarias cierran con un 30% de aumento o más. Pero sabemos también que al inquilino le aumenta todo, y necesitamos que siga pagando. Así que nos adaptamos a su capacidad», relató. En rigor, las expensas de los edificios aumentaron entre un 35% y un 40% en promedio este año, en parte impulsadas por la fuerte influencia que tiene el sindicato de encargados de edificios.

La inflación es un problema grave para todo el sector inmobiliario. Un fuerte aumento en el precio de los terrenos para construir (sumada a la escasez ya en la Capital) y el costo de construcción que aumenta muy por encima del índice de precios generales llevaron a que hoy en la Ciudad de Buenos Aires se construya la mitad de la superficie que se construía en 2007.

Sin la posibilidad de indexar los contratos residenciales por ley, lo que hacen las inmobiliarias es establecer un valor total para los dos años de alquiler y fijar las 12 primeras cuotas con un valor, y el segundo tramo de cuotas por un monto superior (que incluye en verdad el aumento). Es decir, un contrato escalonado. El caso de los alquileres comerciales se maneja bajo otros parámetros. Como explicó a Ámbito Financiero Enrique Abatti, presidente de la Cámara de Propietarios de la Republica Argentina, hay diferentes referencias para no perder contra la inflación. En algunos casos se pacta un monto de alquiler (que suele ser bajo) y un porcentaje de las ventas del comercio. Para un supermercado por ejemplo, puede ser el 0,80% o el 1% de las ventas, por el gran volumen que maneja. Una cadena de farmacias paga el 2%. Pero hay otros casos donde se pacta un valor del alquiler más un porcentaje variable vinculado a la evolución del precio de un producto que comercialice el local. Para un bar, por caso, la cuota aumentará lo que el café lo haga. Los supermercados arman una canasta de productos para que el aumento sea más representativo con respecto a las posibilidades del comercio. Y ahí se da una negociación interesante entre locatario y locador cada vez más frecuente.

FUENTE: Ámbito Financiero

¿Burbuja? El precio del ladrillo sigue en alza y expertos dicen que sólo un dólar fortalecido es capaz de frenar la suba


 

Las cotizaciones de las viviendas siguen subiendo y crece la polémica respecto de si existe sobrevaluación. Se requiere de más salarios para comprar una unidad pero esta brecha no hace que bajen ¿Por qué la soja beneficia al sector rural y aleja a la clase media urbana? El rol del billete verde

Por Fernando GutiérreziProfesional.com

¿Burbuja? El precio del ladrillo sigue en alza y expertos dicen que sólo un dólar fortalecido es capaz de frenar la suba

La expresión «burbuja inmobiliaria» se pronuncia cada vez con mayor frecuencia. Y rankea bien alto entre los temas que generan más polémicas en Internet, foros y debates.

Mientras los precios siguen su carrera alcista, a un promedio de 10% anual en dólares, abundan los diagnósticos sobre lo insostenible de esta situación.

Y prácticamente no transcurre una semana sin que haya una nota periodística o un reporte de alguna consultora que muestre alarma al ver cómo el valor del metro cuadrado es más caro en varias zonas de Buenos Aires que, incluso, en Miami o en la costa española.

Con un precio un promedio de u$s1.500 (u$s2.200 para los departamentos a estrenar), y con barrios top que llegan hasta los u$s3.200 -sin hablar de Puerto Madero donde ya cotiza a u$s4.000- la polémica va subiendo de temperatura.

Y la fiebre no sólo alcanza a las zonas «premium» de Buenos Aires, que gozan de una permanente demanda internacional.

También se extiende a ciertos barrios de clase media y a ciudades del interior, como Rosario y Córdoba, donde ya no es raro encontrar departamentos nuevos por los que se piden u$s3.000 el metro.

Para colmo, los últimos reportes muestran que los precios siguen subiendo, frente a una demanda que -en los últimos meses- comenzó a desacelerar su crecimiento.

Algunos analistas ven a este fenómeno como un indicio de que en muchas zonas se llegó a una evidente sobrevaloración.

Y no son pocos los expertos que manifiestan su indignación al observar cómo, tal como diera cuenta iProfesional.com, el metro cuadrado sustituyó al dólar como unidad de ahorro de los argentinos (Ver nota: «Fuga al ladrillo»: las propiedades reemplazaron al sistema bancario y el metro cuadrado, al dólar»).

Es el caso de Miguel Pato, director de Real Estate en la consultora Ernst & Young quien, en un reciente encuentro de expertos, calificó al sector inmobiliario como un lugar de «especuladores financieros disfrazados de inmobiliarios».

El directivo se lamenta de que «el mercado festeje que Almagro está más caro que Miami en vez de preguntarse si es sustentable una actividad con más inversores que compradores finales«.

La posibilidad de que se haya gestado una «burbuja de precios» en algunas zonas, es una idea que viene repitiéndose desde hace un buen tiempo. Sin embargo, el pinchazo no se da y esta profecía hasta ahora se revela equivocada.

Es más, desde hace ya cuatro años el monto promedio (en dólares) de las operaciones inmobiliarias superó al que se registraba en los años del 1 a 1, incluso a pesar de que -en ese entonces- se llegó a apalancar casi una de cada tres transacciones con crédito hipotecario, mientras que hoy el 94% del monto involucrado en las mismas responde a «plata en mano».

Y este repunte en las cotizaciones no se detiene, aun cuando en el resto del mundo se haya producido un «sinceramiento» de los valores.

Ante esta situación, los analistas terminan por rendirse ante la cruda realidad.

«Los valores pueden parecer exorbitantes, la calidad de la construcción hasta es dudosa en algunos casos. Pero alguien los avala y los paga. La plata está«, afirma Germán Gómez Picasso, director de la firma especializada Reporte Inmobiliario.

¿Por qué no bajan?
Una de las preguntas centrales en esta polémica es cuáles son los factores que, en definitiva, servirían para detectar si hay o no sobreprecios. Y, por consiguiente, si es factible esperar una inminente corrección.

Entre esos «termómetros» se mencionan:

  • la relación salarios versus metro cuadrado, que se va agrietando pero que -a su vez- se contrarresta con
  • el uso que se la da al ladrillo como «nuevo sistema bancario» y por
  • la rigidez de los propietarios a deshacerse de una unidad.

1. Salarios versus metro cuadrado
Sobre este punto, las luces de alarma están puestas en la cada vez mayor dificultad de la clase media para acceder a una vivienda.

«En Europa, se necesitan cuatro años de salario para comprar una casa, en Estados Unidos esa relación es de tres. El contraste es evidente cuando se mira el nivel de Argentina, donde se requieren de unos nueve años«, argumenta Sebastián Estévez, asesor financiero, quien se erige como un fuerte crítico de la situación actual del mercado.

«Es alto incluso cuando se lo compara con países que sufrieron una burbuja inmobiliaria, como puede ser el caso de España, donde la relación es de seis años», detalla.

También sobre este punto, Juan José Cruces, docente de la Universidad Di Tella, destaca que las propiedades argentinas no sólo están caras en el comparativo internacional, sino también respecto de su propia media histórica.

«En los años ’90, un joven profesional que vivía en Buenos Aires y que cobraba un sueldo promedio, podía comprar 1,2 metros de un departamento a estrenar. El joven de hoy sólo puede adquirir 0,8 metros. Esto es un shock enorme, en términos sociales», indica.

Sin embargo, este alejamiento que estaría mostrando un eventual sobreprecio queda atenuado por otros factores, tales como el rol del ladrillo como «nuevo sistema bancario» y, en consecuencia, por la resistencia que muestran los propietarios a bajar sus pretensiones.

2. Rol de sistema bancario
Sobre este punto, los analistas hacen referencia a que la desconfianza crónica a la confiscación de activos hizo que el mercado inmobiliario se transformara en una suerte de sustituto del sistema bancario y del mercado de capitales.

Y esto se aprecia en un dato clave: el hecho de que el rendimiento que ofrece hoy un alquiler sea bajo (en términos porcentuales) no dio lugar a que los propietarios salgan del ladrillo y vayan en busca de otros activos que ofrezcan un mayor retorno.

Al respecto, hoy una locación al propietario le rinde apenas entre un 3% o 4% neto cuando, en otras épocas, llegó a ser del 10 por ciento.

De hecho, según da cuenta Ricardo Theller, investigador de la UADE, un 70% de las adquisiciones de departamentos no son protagonizadas por compradores «genuinos» (es decir, que finalmente habitan esas propiedades) sino por particulares que entran al negocio como inversión, con vistas a obtener una renta por alquiler.

Al respecto, Damián Tabakman, director de Pampa Real Estate, destaca que quienes están sosteniendo con su demanda los precios actuales no tienen como objetivo central la obtención de una fuerte ganancia, sino que actúan con un criterio defensivo, buscando un resguardo para el ahorro.

«Por otra parte, si bien lo que deja una renta es poco, también es cierto que las inversiones muy seguras, como podría ser un plazo fijo en el exterior, dejan apenas 1%, con lo que el alquiler en la Argentina sigue siendo competitivo», indica Tabakman

Este es uno de los argumentos más sólidos que esgrimen quienes justifican el sostenimiento de los precios actuales y la no existencia de una burbuja.

3. Fuerte resistencia a la baja
Hay otro motivo que sostiene las cotizaciones, aun cuando los precios se hayan distanciado de los salarios.

Y es la negativa de los propietarios a convalidar una baja, lo que lleva a que -aun si hay un escaso volumen de operaciones- los valores no se muevan.

En la jerga de los economistas, es una cuestión de «inelasticidad de oferta».

Cruces, de la Di Tella, lo explica de manera gráfica: «En otros rubros oferta y demanda siempre convergen a un equilibrio muy rápido. Por ejemplo, en los bienes perecederos, si nadie compra la mercadería, se pudre y por eso éstos no pueden estar muy sobrevaluados».

En cambio, subraya el experto, «los departamentos tienen como característica que pueden permanecer a precios más altos por mucho tiempo, aun cuando no haya compradores».

Los números parecen darle la razón: los valores promedio de las operaciones inmobiliarias suben año tras año, incluso en aquellos momentos en los que ha caído la cantidad de escrituras.

  • Así, en 2008 hubo una retracción de 6% en la actividad inmobiliaria de Capital y las cotizaciones hicieron «oídos sordos» (subieron 7% en dólares).
  • Al año siguiente, el mercado se desplomó en 25% mientras que los precios siguieron escalando (14 por ciento).

 

Dependiendo de la soja y del dólar
Hay, además, otro argumento potente para que quienes compraron departamentos sigan felicitándose a sí mismos por la inversión realizada.

Y es el hecho de que el dólar se haya debilitado en el mundo, lo que implica que, medidos en esa moneda, los activos tiendan a subir.

«La apreciación que sufren los inmuebles es el reflejo del alza del resto de las divisas respecto del dólar», destaca Domingo Speranza, socio director de la inmobiliaria Binswanger-Giménez Zapiola.

Así las cosas, muchos analistas ponen a la divisa estadounidense en su foco, previendo que lo que ocurra a futuro en el mercado inmobiliario argentino dependerá, en buena medida, no sólo de las políticas internas (como el costo salarial en la construcción, por ejemplo) sino además de que el dólar no se fortalezca en el mundo ante una suba de tasas (lo que daría lugar a un flight to quality hacia esa moneda).

En el mismo sentido, Estévez relativiza el argumento que afirma que los altos precios de los inmuebles se expliquen íntegramente por la demanda de los productores sojeros.

«La relación entre el precio del metro cuadrado y la soja es alta, pero es por la entrada de divisas que genera un efecto riqueza en diversos sectores. Y esto depende de las bajas tasas de interés a nivel mundial porque, en definitiva, son las que provocan las altas cotizaciones agrícolas«, afirma.

Y agrega Estévez que el día en el que el dólar se recupere, las materias primas bajarán y los precios de los inmuebles tenderán a moderar la suba.

Por qué la soja aleja a la clase media urbana
Algunos economistas señalan que los valores inmobiliarios podrían ser un síntoma de que el país sufre la llamada «enfermedad holandesa».

¿Qué es esto? Es cuando el ingreso de dólares que beneficia a un rubro dominante (agro en este caso) puede perjudicar al resto de los sectores.

En el caso de ese país se dio que (décadas atrás) el hallazgo de grandes yacimientos de gas -que al principio fue motivo de festejo- terminó por perjudicar al resto de las ramas de actividad, ya que dio lugar a un fuerte ingreso de divisas, fortaleció su moneda e hizo que otros sectores se tornasen más caros a la hora de vender sus productos al mundo.

El economista Eduardo Levy Yeyati indica que, según esa línea de análisis, la inflación inmobiliaria argentina puede estar directamente influenciada por los precios agrícolas. «¿Más sencillo? Que un aumento del precio de la soja podría alejar la compra de la casa«.

El analista da a entender que si bien el sector del campo se ve beneficiado al poder volcar sus ganancias del «yuyito» a la compra de una unidad, del mismo modo esto sostiene los altos precios y aleja a buena parte de la clase media urbana, es decir, la que no pertenece al sector rural.

¿El ajuste ya empezó?
La gran pregunta sigue siendo si hay que esperar una corrección brusca de los precios inmobiliarios. Por lo pronto, ya hay quienes trabajan con la expectativa de un ajuste.

«Ya se está dando una corrección, pero no en términos nominales sino en términos reales. Es decir, las propiedades siguen subiendo pero a una tasa menor que la inflación en dólares«, señala Estévez.

En la misma línea, Cruces, de la Di Tella, señala que el hecho de que un departamento pierda valor adquisitivo (al no trepar en dólares a una tasa del 15%) frente a otros bienes de la economía «es una señal de que se está enfriando un poco el mercado«.

En otras palabras, afirma que si no hubiera inflación, las propiedades ya estarían bajando en términos de pesos.

Claro que esta situación no implica que haya un fuerte viraje en el corto plazo sino, más bien, hacen referencia a un descenso gradual, en términos reales.

Al respecto Estévez destaca que en los Estados Unidos la burbuja había sido diagnosticada en 2004 y recién llegó el pinchazo tres años más tarde.

 

fuente: puntonoticias.com

Cómo llegar muy alto volando bajito


por el Lic. Juan Carlos DAmico (*)

Aunque todos nos parecemos nadie duda de que cada ser humano es único. Pero hay algunos que no se parecen a nadie. Facundo Cabral fue uno de ellos. No pretendía ser inteligente y lo era. No ostentaba ilustración pero era un hombre cultísimo. Tenía todas las razones por estar resentido con la vida y no lo estaba. Andaba por lo alto de la consideración de todo un pueblo, pero a él le gustaba volar bajito.

Si uno quería charlar con él?más bien escucharlo, tenía que estar dispuesto a bajar un cambio. Sus frases parecían arbitrarias, a veces surrealistas, y ocurría que al cabo de unos instantes cobraban un sentido cuya contundencia era irrefutable. Tenía la costumbre de rumiar cada palabra y les daba en su boca un tiempo de maduración. Es claro, nadie puede rondar el misticismo o la filosofía hablando a borbotones.

Conoció la dureza de una infancia complicada, con un padre ausente que conoció a los cuarenta y seis años. Fue analfabeto hasta los catorce. Trabajó duro en el campo aunque nunca se sintió gaucho. Creía en la trascendencia, tal vez por la influencia de su madre que se atrevió a decirle a Borges que no podía ser agnóstico. «Están los que creen y los que creen que no creen», decía Facundo al hablar de Dios.

Su increíble hallazgo fue descubrir y hacer suya la certeza de que la vida alcanza para que un hombre sea rico. Una y otra vez hablaba de que la gente no está deprimida, está distraída. «Tenemos un corazón, un cerebro? ¿qué más necesita el hombre para sentir el deleite de lo que lo rodea?». Esa convicción lo llevó a viajar mucho. Es más, decía que no era un cantante, que apenas era un caminante que se atrevía a cantar.

Su prédica pacifista llevó a la Unesco a nombrarlo Mensajero Mundial de la Paz, distinción que puso muy contento a Facundo y a todos aquellos que conociéndolo muy de cerca sabían que era más que merecido. Hoy las redes sociales, las radios y canales de televisión, los diarios y muchos sitios en Internet multiplicaron su palabra, su mensaje a través de la música. Es curioso ver cómo una voz se multiplica ad infinitum después de que su dueño muere. Su palabra repetía el mismo concepto: el valor de la paz y la amenaza de la ambición.

Muchos podrán encontrar un contrasentido al hecho de que un pacifista muera a manos de los violentos. Con ayuda de la imaginería podríamos concluir en que el mismo Facundo se asombraría de esta ecuación. «Si un violento se pusiera a reflexionar sobre la impertinencia de matar a un pacifista no deberíamos llamarlo violento», puede que acotara.

Quiero también imaginar la imposible reflexión de su propia muerte. Una y otra vez dijo que su vida había sido plena y dichosa. Que había conocido gente extraordinaria. Que tuvo la suerte que es reacia a la mayoría. Supongo que diría que se va de este mundo a aquel otro en el que vigorosamente creía sin pasar factura grande ni chica.

También me arrogo la petulancia de imaginar qué hubiera dicho en torno a su muerte a manos de asesinos. Lo imagino solidarizándose con el pueblo guatemalteco, lamentándose por los grupos violentos que lo acosan y por lo abrumados que hoy se sienten por lo que pasó. Así era Facundo Cabral y recordándolo de esta manera creo que haremos justicia a su prédica y enseñanzas.

Debemos asimilar este golpe transformándolo en una interpelación a nuestras conciencias. Para que reflexionemos sobre las miserias humanas y sobre la codicia que nos aniquila. Para que sepamos que no es más rico quien más tiene sino quien menos necesita, como le gustaba repetir a Facundo tanto como citaba a San Agustín: Sólo pide justicia, pero sería mejor que no pidieras nada.

Los habitantes de la provincia de Buenos Aires sentiremos muy particularmente haber perdido a uno de nuestros hijos dilectos. El gobierno que encabeza Daniel Scioli interpreta cabalmente el sentir de un pueblo que hoy se encuentra consternado.

Pronto convertiremos nuestro dolor en cálido recuerdo. Acaso nos ayude a apurar ese cambio un mensaje del amigo que hoy lloramos: Nacemos para vivir, por eso el capital más importante que tenemos es el tiempo, es tan corto nuestro paso por este planeta que es una pésima idea no gozar cada paso y cada instante, con el favor de una mente que no tiene límites y un corazón que puede amar mucho más de lo que suponemos.

(*): Presidente del Instituto Cultural de la Provincia de Buenos Aires.

Acuerdan nueva promoción para las construcciones


Tratará el Concejo esta semana un nuevo régimen compensatorio para edificar con 30% más de altura en las zonas no alcanzadas por la ordenanza restrictiva aprobada recientemente.

Se podrán realizar construcciones con un 30 por ciento más de altura en determinados lugares de la ciudad.

La comisión de Legislación del Concejo Deliberante aprobó por unanimidad el proyecto que se creará, por el término de un año, un «régimen promocional a la construcción» que permitirá edificar obras con un 30% más de altura que la establecida normalmente por aplicación del Código de Ordenamiento Territorial (COT), pero en determinadas zonas de la ciudad.

La restitución de este tipo de régimen promocional para alentar construcciones nuevas viene a cerrar la discusión con los sectores ligados a esta actividad, abierta cuando se aprobó la ordenanza que vedó ese tipo de obras en barrios sujetos a preservación edilicia. Durante aquel debate caducó una norma que establecía el beneficio de premiar a los inversores con un porcentaje de metros cuadrados en altura.

Fijada entonces por ordenanza las zonas vedadas a edificios de altura, quedaba pendiente el restablecimiento de algún nuevo régimen promocional para el sector, que es lo que llegará al recinto esta semana. En concreto, el despacho refiere que el incentivo a la construcción «es aplicable a distritos urbanos residenciales, centrales, de equipamiento e industriales, contemplados en el respectivo COT, incrementándose de forma selectiva los indicadores».

Dado que en ambas comisiones el proyecto se votó favorablemente por unanimidad, se descuenta que quedará aprobado en el recinto y que empezará a regir con vigencia hasta julio de 2012.

Dónde se aplicará

El presidente de la comisión de Legislación Héctor Rosso, tras dar a conocer que «mediante este beneficio, en determinados lugares de la ciudad se podrán realizar construcciones con un 30 por ciento más de altura», destacó que «los lugares donde se permitirá aplicar este incentivo son los distritos de la ciudad de alta y media alta densidad poblacional», que responden a las denominaciones catastrales Residencial 1 (R1), Residencial 2 (R2), Central 1 (C1), Central 1A (C1A), Central 2 (C2), y Equipamiento 1 (E1).

Agregó Rosso que «en todos los casos, se seguirán los indicadores urbanísticos Factor Ocupacional Total (FOT) y densidad media». Por lo tanto quedarán «expresamente excluidos» los indicadores Residencial 2E (R2E) y Central 1E (C1E).

Más adelante, Rosso puso de relieve que «para el tratamiento del tema en la reunión del Concejo del próximo jueves tendremos en cuenta todas las sugerencias realizadas a este proyecto por parte del Colegio de Arquitectos y de una serie de organizaciones no gubernamentales (ong), que tienen como objetivo la preservación del patrimonio histórico y cultural del Partido de General Pueyrredon».

Podría incluirse en el COT

Es posible que el tema que funcionará como excepción, incentivo o beneficio para la construcción durante un año, se incorpore como norma en el proyecto de nuevo o modificado COT, que está siendo elaborado en este momento por un conjunto de organismos, instituciones y entidades, junto con las autoridades municipales y que podría quedar aprobado antes de que finalice este año.

El actual COT, debido a que data de hace 30 años ha provocado, dada su vigencia, más de un problema, por presentar pautas que en la práctica son obsoletas o están perimidas

 

fuente: Diario la capital

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