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Desarrolladores inmobiliarios afirmaron que la ordenanza impulsada por el intendente Pulti y que establece límites en la construcción en determinados sectores de la ciudad “afecta económicamente” y genera “incertidumbre” entre inversores, usuarios finales y propietarios. También advirtieron sobre la posibilidad de que las inversiones se trasladen a otros lugares “con reglas más claras”.
En declaraciones a 0223.com.ar, el CPN Ezequiel Lorenzo, socio gerente de Espatolero & Lorenzo Emprendimientos Inmobiliarios, indicó que hasta los primeros meses de este año el sector tuvo un “movilización” gracias a la implementación de la ordenanza 19.605, “que venía dando un estímulo a la construcción, premiando a emprendimientos que tengan una menor ocupación del suelo con un 30% más de metros y hasta con dos pisos de altura”.
Bajo ese contexto, aseguró, “todas aquellas personas que tenían ahorros y no tenían otra forma de canalizarlos, empezaron a invertir en ladrillos y eso trajo como consecuencia una mayor ocupación de mano de obra en la construcción, un dinamismo en el sector inmobiliario, mayor cantidad de operaciones, escrituras y demás”.
Sin embargo, el Magíster en Desarrollos Inmobiliarios advirtió que al vencerse la normativa el 31 de enero, “una de las primeras medidas del gobierno fue no renovarla, con lo cual todos los proyectos y anteproyectos presentados hasta esa fecha en el Colegio de Arquitectos, gozan de este beneficio”.
“Posteriormente, en marzo, a través de decretos impulsados por el Poder Ejecutivo y luego, por el Legislativo, se tomaron medidas restrictivas frente a la construcción, primero suspendiendo las demoliciones por un plazo de 90 días y luego, poniendo un límite a la altura en el distrito residencial 4 (R4) y el C3”, manifestó.
Pese a que destacó que la intención era “proteger el patrimonio de la ciudad, con lo que estamos de acuerdo”, cuestionó que “se tomó como fecha el mes de marzo”, por lo que “los expedientes presentados antes del 31 de enero y amparados bajos la ordenanza 19.605 fueron suspendidos en la Dirección de Obras Privadas y, por lo tanto, detenida la concreción de los anteproyectos”.
“De esta forma -aseveró- se afectó fundamentalmente en las zonas R4 y C3 el curso de los expedientes y, por ende, se empezó a vencer el sector: los inversores, al ver que se frenaba el curso de los emprendimientos, se retiraron; los usuarios finales empezaron a desconfiar de la posibilidad de que se pueda materializar el emprendimiento, mientras que los propietarios de los inmuebles se vieron imposibilitados de poder sacarle el mismo rendimiento. Es decir, en principio, se está atentando contra los derechos adquiridos al 31 de enero”.
Inclusive, reparó en que “ante un marco de incertidumbre, es totalmente lógico y razonable que los inversionistas y ahorristas, frente a la posibilidad de no poder realizar un proyecto presentado en forma y derecho, decidan planificar sus emprendimientos fuera de Mar del Plata u en otros lugares donde las reglas sean un poco más claras”.
Más adelante, insistió en que no están “en contra de que haya una nueva legislación” aunque subrayó que “esa norma debe ser fruto de un análisis en el que intervengan los diversos actores del sector (arquitectos, ingenieros, martilleros, corredores inmobiliarios) que puedan explicarle y contarle al municipio por dónde viene la demanda, cuáles son los intereses de los usuarios, cuáles son los inversores, proponer el fomento de la construcción en determinadas zonas no explotadas”.
Para Lorenzo, es necesario “repensar la zonificación de Mar del Plata” pero a través de “un plan programado e interdisciplinario”. De lo contrario, advirtió, “las medidas que se toman de manera intespectiva a partir de un decreto y que se aplican en forma retroactiva generan perjuicios económicos al propietario del inmueble, que muchas veces es el único inmueble que tiene o son pequeños ahorristas que buscan tener su primera vivienda”.
En otro párrafo, se refirió a la necesidad de avanzar en la revisión del Código de Ordenamiento Territorial. “Las normas deben ser dinámicas y tienen que acompañar a la movilización del sector. En este momento, la inversión en ladrillos en una de las principales fuentes de canalización de ahorros y este proceso debe estar acompañado por un COT que esté al tanto de la demanda actual, de las tendencias y de las preferencias de los usuarios y de los inversionistas”, observó.
Por último, en relación a las quejas de los vecinos por el boom inmobiliario, el Contador señaló que “se escucha mucho a los usuarios finales, a los inversionistas y a los propietarios de inmuebles” y que, si bien “es cierto que hay mucha gente que dice que se está llenando todo de torres, también es verdad que hay demanda de personas que buscan vivir en zonas concretas”.
“Sinceramente es relativo y hasta se puede pensar que con estas medidas se está yendo en contra de la demanda y de las pretensiones de los propietarios de los inmuebles de la zona”, finalizó.
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