Lo confirmó el presidente de la cámara de balnearios. Muchas operaciones se concretaron durante el nuevo fin de semana largo de noviembre. Esperan una muy buena temporada.

«Venimos bastante bien, con una situación bastante parecida a la del año pasado, con niveles de reservas, por encima del 50%, y con el agregado favorable de este fin de semana largo que no lo teníamos en el calendario y tuvo buen clima y fue bueno en gente» señaló el referente.

El nuevo fin de semana largo tuvo muchos puntos a favor para el sector. «Está mucho más cerca del verano y ya la gente está más definida en cuanto a la fecha de sus vacaciones, por lo tanto hemos hecho algunas operaciones». Además, este año «recién ahora el clima nos está jugando una buena pasada, porque la verdad que no habíamos tenido primavera».

El clima es fundamental, a partir de la primavera, porque si las condiciones no están dadas para aprovechar la playa, sobre todo los marplatenses «van demorando el momento de la contratación».

«Nosotros tenemos muchos clientes de Mar del Plata que contratan con anticipación porque también hay muchos balnearios que ya están abiertos, entonces, empiezan a utilizar el servicio desde ahora. Y bueno, en realidad, como el clima no estaba ayudando, tampoco apuraba esta decisión. Recién en estos días, nos empezó a dar una alegría el clima y esperemos que ahora se estabilice, que empiece el calor» apuntó Ramos, en diálogo por radio LU6.

Según comentó, tanto turistas como marplatenses suelen alquilar todos los años, no solo en el mismo balneario, sino hasta la misma carpa o sombrilla, para compartir con los mismos «vecinos» de las temporadas anteriores.

«La mayoría de la gente se mantiene en los lugares donde ha alquilado tradicionalmente, se acostumbra a ir a una determinada carpa, con un determinado vecino que se encuentra todos los años, acostumbra tomar mate o jugar a las cartas y por lo tanto, es un poco reacia a realizar cambios. De todos modos, se producen algunas rotaciones, porque los hijos tienen amigos en otras playas o porque los turistas no encuentran el mismo lugar de veraneo y adapta la playa al lugar en el que alquilan» explicó.

Por otro lado, Ramos se refirió a la extensión del servicio de guardavidas que se implementó por ordenanza para toda la extensión costera.

«Nosotros nos opusimos a esta medida porque consideramos que no era necesaria, que ya en esos 30 días la Municipalidad estaba poniendo 450 guardavidas para la seguridad de la playa. Sosteníamos que el operativo de abril y noviembre no podía ser el mismo de enero, era una desproporción. Pero la ordenanza salió, así que la mayoría de los balnearios con concesiones municipales lo estamos respetando» señaló. En el caso de la zona de Punta Mogotes, indicó que «por ser una zona provincial, no tiene aplicación esta ordenanza», en tanto los balnearios del sur, que son privados y que permanecen cerrados «están sosteniendo con razón que si el balneario está cerrado no deberían prestar el servicio de guardavidas». En ese sentido Ramos sostuvo que «esto es asimilable a un natatorio, a una pileta. Si está cerrada no se puede poner guardavidas» y agregó que «en el sector sur, en las bajadas públicas, están los guardavidas municipales que controlan a los que puedan bajar por estos accesos, para que no tengan ningún accidente».

Más adelante, el empresario reconoció que por esta medida «algunos balnearios, por su dimensión o por su tamaño se encuentran complicados, porque el costo del guardavidas no es menor, pensemos que guardavidas con 10 años de antigüedad, entre sueldo y cargas sociales significa 15.000 pesos, por mes».

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