El presidente de la Cámara Argentina de la Construcción, Carlos Wagner, afirmó que los préstamos para comprar casas «son un asignatura pendiente»
El presidente de la Cámara Argentina de la Construcción (CAC), Carlos Wagner, señaló hoy en la 58 Convención Anual de la CAC que «la asignatura pendiente es el crédito hipotecario que está en uno de los niveles más bajos de su historia».
LA NACION publicó ayer que el peso del mercado de préstamos hipotecarios en el PBI de la Argentina ha ido cayendo en los últimos años hasta ubicarse en 0,7 por ciento, el porcentaje más bajo de las últimas décadas.
Desde el hotel Sheraton del barrio porteño de Retiro, Wagner también estimó que la actividad de la construcción «crecerá 10 por ciento este año» en comparación con el anterior y destacó que «este año el sector retomó la senda del crecimiento sostenido dejando definitivamente atrás los efectos de la crisis 2008».
Asimismo, el presidente de la entidad advirtió que el proyecto de redistribución de parte de las ganancias empresarias entre sus trabajadores «debe ser consensuado entre el Estado, los sindicatos y las entidades gremiales empresarias».
«Este tipo de propuestas que tiene una trascendencia en la actividad económica del país y el futuro de las empresas, requiere de un cuidadoso estudio y tratamiento tripartito, para mantener el equilibrio y la previsibilidad y evitar que se afecten la inversión, el crecimiento y la gestión de las empresas», agregó.
«Hoy podemos confirmar que se recuperaron los puestos de trabajo. La construcción fue el sector que más trabajadores incorporó inclusive recuperando la totalidad de los que se habían perdido durante la crisis», afirmó Wagner que precisó que «actualmente la construcción emplea a más de 400 mil trabajadores formales y es el sector que más emplea del país».
«Durante 2010 la construcción ya alcanzó un crecimiento de 9,2 por ciento y las proyecciones indican que finalizaremos con un incremento de alrededor de 10 por ciento», afirmó el dirigente empresario.
En tanto, destacó que «desde 2003 hasta el comienzo de la crisis de 2008 la construcción tuvo 70 meses de crecimiento, un registro que ningún sector pudo aportar».
Puntualizó que en ese período, la actividad «pasó de 70 mil a 400 mil trabajadores, de 9 mil a 25 mil empresas, el salario se quintuplicó, la producción se triplicó, y la industria aumentó cinco veces del 0,5 al 2,5 por ciento del PBI».
«El artífice de estos logros fue (el ex presidente) Néstor Kirchner», sostuvo Wagner, tras lo cual recibió un encendido aplauso de los 600 asistentes al encuentro.
Remarcó que a Kirchner «el sector debe agradecerle profundamente el adoptar a la construcción como una política de Estado y una herramienta de transformación de la sociedad».
No obstante, reconoció que «la asignatura pendiente es el crédito hipotecario que está en el 0,5 por ciento del PBI y es uno de los más bajos que hubo en el país».
Casi nulo desarrollo del crédito hipotecario. LA NACION publicó ayer que el peso del mercado de préstamos hipotecarios en el PBI de la Argentina ha ido cayendo en los últimos años hasta ubicarse en 0,7 por ciento, el porcentaje más bajo de las últimas décadas. Los datos surgen de un estudio de la consultora abeceb.com, que recordó que hasta mediados de la década de 2000 el financiamiento para la compra de viviendas en la Argentina y en Brasil se movía en un nivel parecido, entre el 1 y el 1,5 por ciento del PBI.
«Las razones principales del bajo desarrollo del mercado de créditos de largo plazo en la Argentina obedecen a la alta inflación y el cortoplacismo de los depósitos», explica el estudio de la consultora.
Hasta pocos meses antes de la crisis de diciembre de 2001 el peso del crédito hipotecario en la Argentina era de 4,1% del PBI. Desde entonces, no paró de descender. «La configuración macroeconómica de antes de 2001, con tipo de cambio fijo y economía dolarizada, hacía que el sector privado bancario pudiera financiar a largo plazo. Después de la crisis, la economía se recuperó, pero no se pudo recuperar el crédito de largo plazo en la Argentina», explicó Ramiro Lucas, autor del informe mencionado.
Según el analista, no es que haya un sector bancario reticente a prestar, sino que el contexto macroeconómico lo torna casi inviable. «Lo que está pasando hoy es que los bancos ofrecen créditos atractivos, pero la clase media no los puede captar porque los requisitos son muy elevados para ese nivel de ingresos», sostuvo.
En ese sentido, el dólar planchado, la suba de salarios en el sector formal y hasta alguna leve mejora en la oferta bancaria no alcanzan aún a conformar un cuadro en el que la compra de una vivienda se torne accesible para esa enorme porción de la población que no dispone de suficiente capacidad de ahorro.
Desde la Asociación de Empresarios de la Vivienda y Desarrollos Inmobiliarios (AEV) advirtieron que a la larga esta situación termina «afectando la orientación del mercado», porque los constructores y desarrolladores (que integran esa cámara) «no pueden construir para la gente que necesita la vivienda» y se vuelcan mayoritariamente a las edificaciones de nivel premium .
FUENTEñ DIARIO LA NACION.COM

